Esclerosis Lateral Amiotrófica Por: Lic. Adriana Lizbeth Castillejo Barragán Es una enfermedad de las neuronas en el cerebro y la médula espinal que controlan el movimiento de los músculos voluntarios.
Esta enfermedad también es conocida como la enfermedad de Lou Gehrig.
Causas, incidencia y factores de riesgo En aproximadamente el 10% de los casos, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es causada por un defecto genético, mientras que en el resto de los casos, se desconoce la causa.
En la esclerosis lateral amiotrófica, las células nerviosas (neuronas) se desgastan o mueren y ya no pueden enviar mensajes a los músculos, lo cual finalmente lleva a debilitamiento muscular, fasciculaciones e incapacidad para mover los brazos, las piernas y el cuerpo. La afección empeora lentamente y cuando los músculos en el área torácica dejan de trabajar, se vuelve difícil o imposible respirar por sí solo.
La esclerosis lateral amiotrófica afecta aproximadamente a 5 de cada 100,000 personas en todo el mundo.
No hay factores de riesgo conocidos, a excepción del hecho de tener un miembro de la familia que padezca una forma hereditaria de la enfermedad.
Síntomas Los síntomas generalmente no se presentan hasta después de los 50 años, pero pueden empezar en personas más jóvenes. Las personas que padecen esta afección tienen una pérdida de la fuerza muscular y la coordinación que finalmente empeora e imposibilita la realización de actividades rutinarias, como subir escalas, bajarse de una silla o deglutir.
Los músculos de la respiración y de la deglución pueden ser los primeros en verse afectados. A medida que la enfermedad empeora, más grupos musculares desarrollan problemas.
La esclerosis lateral amiotrófica no afecta los sentidos (vista, olfato, gusto, oído y tacto). Sólo en raras ocasiones afecta la función intestinal o vesical o la capacidad de una persona para pensar o razonar.
Los síntomas pueden ser, entre otros:
Dificultad para respirar Dificultad para deglutir se ahoga fácilmente babeo presenta náuseas Caída de la cabeza debido a la debilidad en los músculos del cuello Calambres musculares Contracciones musculares llamadas fasciculaciones Debilidad muscular que empeora en forma lenta comúnmente involucra primero una parte del cuerpo, como el brazo o la mano finalmente lleva a dificultades para levantar objetos, subir escaleras y caminar Parálisis Problemas en el lenguaje, como patrón de habla lento o anormal (mala articulación de las palabras) Cambios en la voz, ronquera Pérdida de peso Signos y exámenes El médico elaborará una historia clínica que incluya fuerza y resistencia.
Un examen físico de la fuerza muestra debilidad, que a menudo empieza en un área. Puede haber temblores musculares, espasmos, fasciculaciones o pérdida de tejido muscular (atrofia). Igualmente, es común que se presente atrofia y fasciculaciones de la lengua.
Asimismo, la marcha de la persona puede ser rígida o torpe. Los reflejos son anormales. Hay aumento de los reflejos en las articulaciones, pero puede haber una pérdida del reflejo nauseoso. Algunos pacientes presentan dificultad para controlar el llanto o la risa, lo cual algunas veces se denomina "incontinencia emocional".
Los exámenes que se pueden hacer comprenden:
Exámenes de sangre para descartar otras afecciones Examen de la respiración para observar si los músculos respiratorios están afectados Resonancia magnética o tomografía computarizada de la columna cervical para verificar que no haya ninguna enfermedad o lesión en el cuello, lo cual puede enmascarar la esclerosis lateral amiotrófica Electromiografía para ver cuáles nervios no están funcionado apropiadamente Pruebas genéticas si hay antecedentes familiares de esclerosis lateral amiotrófica Tomografía computarizada o resonancia magnética de la cabeza para descartar otras afecciones Estudios de conducción nerviosa Estudios de la deglución Punción raquídea (punción lumbar)
|