Con la primera actividad encabezada por cuatro ex presidentes municipales que son egresados de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Colima, iniciaron los festejos del 33 Aniversario de ese plantel. Cada presidente municipal compartió su experiencia en la administración pública para informar la toma de decisiones de los futuros políticos.

Miguel Chávez Michel (Armería, 1974-1976 y 1989-1991), Felipe Lázaro Barajas (Comala, 2000-2003), Juan Carlos Pinto Rodríguez (Tecomán, 2006-2009) y Florencio Llamas Acosta (Coquimatlán, 2006-2009) relataron las bondades, inconvenientes y múltiples escenarios que surgen como alcaldes de un municipio, vivencias que les permite a unos evitar otra encomienda de ese tipo y a otros repetirla.

Alcalde de Armería en dos periodos, con diferentes procesos para administrar y percibir recursos, Miguel Chávez, experimentó dos escenarios completamente distintos y el segundo con más gasto que presupuesto, lo que requirió recurrir al arte de la administración y a otras fuentes de financiamiento. Al respecto expresó no repetir la encomienda por gusto.

Saber ser, no ser y dejar de ser son características que deben tener quienes aspiren a ser presidentes municipales. Deben prepararse para servir a quienes representan, no olvidar las aspiraciones y saber dejar de ser, porque el período constitucional sólo dura tres años, dijo.

Por su parte, Felipe Lázaro Barajas, quien asumió la responsabilidad a los 31 años de edad, dejó claro con anécdotas que siempre existirán los cambios en la administración y aplicación de los recursos: “Como autoridades podremos definir necesidades de las comunidades, pero éstas pueden tener como prioridades otras, y eso modifica la administración del presupuesto”, dijo.

Juan Carlos Pinto Rodríguez, quien administró el municipio de Tecomán durante la gubernatura de Gustavo Vázquez Montes, señaló como una grata experiencia ser alcalde, algo que volvería a repetir si le dieran la encomienda, por lo cual se pronunció por que se prolonguen los periodos.

A él le tocó la huelga del personal sindicalizado que duró dos años y dejó una pérdida de 132 millones de pesos al municipio. Las medidas que Pinto Rodríguez tomó consistieron en recorte de personal y de salarios, pues se quedó con una nómina de confianza de 50 personas, antes 116.

Todos los ex presidentes municipales ofrecieron un marco de referencia del trabajo, la responsabilidad y conciencia para administrar una comunidad así como hacer buen uso de los recursos. Coincidieron en el perfil de líderes para promover su desarrollo económico.

También hicieron un rápido recuento de lo logrado durante sus administraciones con la finalidad de informar mejor y directamente lo que significa e implica ser presidente municipal.