“Siente la fuerza divina de lo que es adecuado para ti”, “agradece todos tus dones y habilidades y anda, compártelos, entrégalos impetuosamente”, “todo es tuyo”, “donde hay más de dos las oraciones son fuego vivo, “confía y se tú misma”, “agradece, agradece, agradece y agradece más”, “todo lo que te ocurre durante el día, es un milagro”, dijo con una alegría capaz de encender simultáneamente las lámparas de 10 estadios deportivos, y le creí que los milagros sí existen, su profundo amor semejaba a la santidad, a la luz misma en su plenitud, y sin esforzarse en trasmitírmelo, simplemente me permití sentir y vivir ese magnífico instante, mismo que tiene auténtica resonancia al día de hoy. Percibí cómo se potenciaron en mi interior la confianza y el amor, en la cantidad suficiente para poder compartirlo, porque no es mío, sólo fui elegida como vehículo semejante a él, para mostrarlo a quien se permita también, renacer. "http://www.youtube.com/embed/llLBBl56PlI?feature=player_detailpage" Estoy segura de que cada día humildemente iremos descubriendo lo que desde hace siglos ya sabían los grandes filósofos, ¡qué admirables!
|