Encontré a Bert Hellinger y las Constelaciones Familiares hace algunos años. Me cautivó la forma sencilla y humana de comprender nuestro comportamiento y la forma de enfrentar la vida. Yo soy testigo de cómo esta técnica/terapia trae resultados positivos y benéficos para las personas. Un taller de Constelaciones Familiares puede ser un cambio rotundo hacia el bienestar. Lo único que hay que hacer para asistir es buscar un taller impartido por una persona preparada en el tema, congruente y comprometida, lo demás ocurre desde el orden del amor. El Amor y orden, según Bert Hellinger: El fundamento para la felicidad y la satisfacción en las relaciones y pareja parece estar claro para todos: “amor” es la respuesta. Perfecto, pero ¿cuántas veces hay “amor” al comienzo de una relación y luego se desvanece? ¿Por qué pasa esto tantas veces? En la rutina de la relación de pareja florecen los roces y las luchas de poder, las heridas y las desilusiones. Tarde ó temprano la relación termina; ya sea porque se separan o porque la muerte los separa. Si no fue el destino de vida la causa, decimos: “vamos por sendas diferentes. No éramos la pareja correcta. Tal vez funcione con el o la siguiente” Pareciera que el amor solo no es suficiente. Las constelaciones familiares revelan una nueva comprensión de la pareja: con amor y orden. El pensar en valoraciones opuestas como “correcto” o “falso” no produce ninguna solución. Todo aquel que se enamora de los pies a la cabeza olvidando todo el resto, será seguramente tan infeliz como aquel “fanático del orden”, quien se apega a su pareja como si ésta fuese algo inseparable y de esta forma olvida el amor. En la vida propia es importante mantener un equilibrio y balancear. Basta con observar las relaciones a nuestro alrededor. Cada vez hay más caos y confusión. La estabilidad se ha convertido en algo raro. Y nosotros vivimos en medio de esa inseguridad, somos heridos, causamos heridas y seguimos experimentando con valentía. Siempre en busca de ese amor ideal,… ¿y si yo te dijera que es posible tener una relación de pareja, en comunicación, con amor, respeto, cuidado, fidelidad, admiración, con pasión y desarrollo mutuo? ¿Lo podrías creer? Con la ayuda de las constelaciones familiares es posible llegar hasta una capa profunda de estos de los comportamientos adquiridos en la herencia familiar y de entorno, mirarlos y si se quiere modificar aquello que hasta ahora nos ha impedido de tener una sana y profunda relación de pareja. Las constelaciones aclaran la dinámica y las estructuras en las relaciones Una condición básica e importante de una buena relación es el equilibrio entre el tomar y el recibir qué es lo mismo que el dar y el recibir. Cuando uno da algo bueno al otro surge la necesidad en el otro de balancear este acto. Cuando este da algo, hay equilibrio. En el orden uno da el otro toma, el que tomó da y el que dio recibe y así continuamente se tiene dignidad y respeto mutuo. Y no nos referimos a regalos materiales, estamos hablando de sentimientos, emociones y detalles del amar. Uno sólo puede dar cuando el otro está dispuesto a devolver lo mismo, siempre y cuando sea capaz de ello. Lo único que se logra cuando uno da más de lo que el otro está dispuesto a devolver es sofocar a la pareja, haciendo que ésta de menos todavía. El desequilibrio será cada vez mayor. Las relaciones donde uno siempre da y otro siempre toma están destinadas a fracasar. En algún momento, alguno de los dos no soporta más este desequilibrio y se va, dado que las tensiones y el desequilibrio exigen solución. Puede ser que quien se vaya haya sido el que recibió de más. Se comete un daño grave a la relación de pareja si alguien se cree muy bueno por no exigir el equilibrio, por ejemplo: alguien que perdona una ofensa, así sin siquiera expresar su molestia o enojo; lo hace creyendo que es así muy bueno, cree que aguantando todo mantendrá la pareja unida, nada puede ser más equivocado que eso. De esta manera, no soluciona la existente necesidad de llegar a un equilibrio y no le da al culpable la posibilidad de subsanar el error. Así solo aumenta aún más el desequilibrio. Por un lado, él es la víctima, por el otro, perdonando al culpable se ubica por encima de él. Y lo que pareciera pudiese ser un acto de generosidad, es doblemente indigno para el otro, no puede haber una reconciliación si uno se pone por encima del otro. La energía masculina y la energía femenina se encuentran en el hombre y la mujer en el transcurso de una relación de pareja. La fuerza masculina le es dada al hombre a través de su padre y los otros antepasados masculinos. La fuerza femenina le es dada a la mujer a través de su madre y las otras antepasadas femeninas. Si la relación entre padre e hijo o madre e hija está perturbada, también está perturbada la capacidad de vincularse y relacionarse. Te recomiendo a que asistas a un taller de Constelaciones Familiares, son benéficos aun cuando no se esté en problemas y más aún si se está. Se puede aprender el cómo relacionarse desde otro forma más sana, incluso antes de que llegue el día en que se tenga que aprender como separarse con el menor daño posible. Pide las fechas de los próximos talleres de pareja en Colima en: ingenieriamkt@gmail.com |