Lo bueno, que digo bueno: ¡magnífico! de la psicoterapia, es que podemos como terapeutas, acceder a nuestra creatividad para dar respuesta a las necesidades de nuestros consultantes, lo que grandemente agradecemos.

-“¿Qué es la pasión? ¿Cómo hago para apasionarme? No siento nada por nada, de nada…” Dijo en tono de desilusión una joven, quien asegura de sí misma, “no ha hecho nada en la vida”.
Exploré y exploré… hasta que con sus propios conocimientos acompañé en la creación de la respuesta a su necesidad existencial: -“¡Tómate la foto!”, surgió.
-“¿Cómo te miras? ¿Cómo te visualizas? ¿Haciendo qué? ¿Dirigiéndote a dónde? Beneficiando con tus dones y habilidades a quién. Así tómate la fotografía de tí misma y síguete.



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Nos facilitaron los escritores y cantantes el significado de la pasión y esta es una pequeña muestra.
¡Permítanse la perplejidad!