*Las sesiones de terapia ocupacional se desarrollan los martes y jueves en la colonia Mirador de la Cumbre II

Un grupo de adultos mayores de la zona oriente participa en el taller de terapia cognitiva y ocupacional, dentro de las actividades que realiza el Voluntariado de la Universidad de Colima en el Centro de Desarrollo Comunitario de la colonia Mirador de la Cumbre II.

La terapia ocupacional se realiza los martes y jueves. Benjamín Nolasco, estudiante de la maestría en Ciencias de la Enfermería que se imparte en la Universidad de Celaya, Guanajuato, está a cargo de dirigir las actividades.

Esta labor se realiza con el propósito de que los adultos mayores mantengan su mente ocupada, desarrollo ocupacional y sobre todo no se refugien en la soledad y depresión.

Como parte de esta terapia, son apoyados con actividades de tipo cognitivo conductual (proceso múltiple e interactivo que involucra armónicamente a todas las funciones mentales, como percepción, memoria, pensamiento, lenguaje, creatividad, imaginación, intuición, interés, atención y motivación) así como actitudes que propician una vida mejor.

Explicó que este trabajo o modelo de intervención es parte de su trabajo de tesis, y que con este enfoque en adultos mayores para tratar la depresión en la vejez se busca atender sus necesidades específicas. También se proporcionan sugerencias para futuras líneas de trabajo.

Este trabajo tiene como objetivo ayudar que el adulto mayor salga de la depresión por medio de actividades ocupacionales y temas de reflexión en donde se le enseña a valorarse desde el interior y a no sentirse solo.

También se busca crear pensamientos positivos que generen una sana emoción y actuación positiva desde lo individual y lo grupal, generando estrategias que eviten la depresión y sensación de soledad.

El taller trabajará durante doce sesiones en las que también se incluyen terapias de relajación con ejercicios físicos suaves, que les permita una mejor calidad de vida.

Comentó que es necesario aprender a valorarse como personas y sentir amor propio, para evitar la depresión en la vejez.