Las Cortes de Cádiz son el primer intento de 'actualización' de nuestro país, tan atrasado con respecto al resto de Europa. Se legisla para eliminar los métodos y clases del Antiguo Régimen, que tan solo favorecía a las clases altas. Se procede a la abolición de privilegios de los gremios, se anula la Inquisición, se prohíben los tormentos, La Revolución francesa trae aires nuevos y diferentes que se intentan implantar en España. Todos los esfuerzos chocan con la oposición de señores con privilegios y la Iglesia católica española. Cuando Napoleón y sus tropas abandonan España y José I regresa a Francia, se entrega la corona a Fernando VII. Tan pronto como aparece de nuevo la monarquía tradicional, el soberano reinstaura la Inquisición, deroga la Constitución, se persigue y encarcela a los liberales (muchos tienen que exiliarse a Inglaterra y Francia), se recuperan los privilegios abolidos, la Iglesia recupera propiedades e influencia, etc. lo que provoca la división (definitiva) entre absolutistas, partidarios del Antiguo Régimen y sus privilegios, y los liberales, que pretenden la modernización de la sociedad española. El Decreto de la Asamblea del Año XIII, decía:
“Queda desde este día absolutamente extinguida la autoridad del tribunal de la inquisición en todos los pueblos del territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y por consiguiente se declara devuelta á los ordinarios eclesiásticos su primitiva facultad de velar sobre la pureza de la creencia, por los medios canónicos que únicamente puede conforme al espíritu de Jesu Cristo, guardando el órden y respetando el derecho de los ciudadanos”
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