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EL JUEGO A LO LARGO DE LA HISTORIA

EL JUEGO A LO LARGO DE LA HISTORIA



07 de noviembre de 2013 15:17:00 horas

Autor Dr. Noé Navarro Ruiz

 EL JUEGO DEL SIGLO XlX HASTA LA ÈPOCA MODERNA

En el siglo XlX hace su aparición con el principio utilitario de la industrialización que suspende el valor creativo del juego en beneficio del valor económico del capital.

“El paso a la modernidad y su subsecuente preocupación por la tematización del juego, reveló las posibilidades liberadores del juego y la crisis en la que habían entrado sus manifestaciones festivas, abriendo paso a la extraordinaria fuerza del deporte y perdiendo así su dimensión dramática y fantástica tomando características de su sociedad”.24

Así pues el deporte se va alejando cada vez más de su esfera lúdica, en donde los criterios de trabajo, racionalización, eficiencia y resultados, 4 marcas apenas dejan lugar para la presencia del elemento lúdico en el deporte actual, veamos desde otro punto de vista y en pequeño un enfoque histórico, pero como una ruptura histórica en la enseñanza de la aplicación del deporte: pero ¿qué es el deporte?

El deporte es el conjunto de actividades físicas que el ser humano realiza con intención lúdica o competitiva. De hecho los deportes de competición, que se realizan bajo el respeto de códigos y reglamentos establecidos, implican la superación de un elemento, ya sea humano (el deportista o equipo rival) o físico ( la distancia, el tiempo, obstáculos naturales); considerando en la antigüedad como una actividad lúdica que redundaba en una mejor salud, el deporte empezó a profesionalizarse durante el siglo XX.

Veamos como se han clasificado los deportes.

Aunque resulta difícil clasificar todas las disciplinas deportivas (que a su vez pueden tener varias modalidades), generalmente se enumeran seis tipos de deportes: por ejemplo atléticos: atletismo, gimnasia, halterofilia, natación y ciclismo, de combate, el boxeo, lucha libre, esgrima, judo, karate y otras artes marciales, de pelota, futbol, futbol americano, rugby, baloncesto, balonmano, voleybol, tenis, tenis de mesa, waterpolo, squash, béisbol y pelota vasca, de motor, automovilismo, motociclismo, motocross; de lanzamiento, esquí, bobsleigh, trineo, patinaje sobre hielo, y náuticos o de navegación, vela, esquí acuático, surf, windsurf, remo, piragûismo.

No obstante, esta es sólo una de muchas tipologías válidas que se puede efectuar, otras más generales serían, por ejemplo, las que se distinguen entre deportes individuales y de equipo, o entre deportes de verano y de invierno, también existen modalidades deportivas en el límite con la aventura (los denominados deportes de riesgo), las que se enmarcan en el puro juego (billar, bolos) y las relacionadas con la inteligencia como el ajedrez.

Aunque no es parte de nuestros objetivos hablar de esto es necesario tomarlo en cuenta, porque de alguna manera los juegos han sido y han formado parte de nuestra cultura y para esto veamos un poquito de historia sobre el deporte.

Hasta los pueblos más antiguos han dejado vestigios de la práctica de actividades deportivas, incluso se pueden clasificar como proezas deportivas, actos que el hombre ha realizado desde la prehistoria: correr para escapar de los animales, saltar para franquear los obstáculos naturales, atravesar a nado los cursos de agua, lanzar armas como jabalinas o luchar cuerpo a cuerpo con sus enemigos.

En la antigüedad se realizaban estas gestas, que quedaron asociadas a la religión o a sus celebraciones, las civilizaciones precolombinas practicaban cierto juego con una pelota (el tlachtli), los egipcios eran aficionados del tiro con arco y de las justas náuticas y, 500 años antes de que tuvieran lugar los primeros juegos olímpicos, los griegos ya medían sus fuerzas en carreras de carros y en combates; muchos frescos testimonian las hazañas de los campeones de aquella época.

Después los juegos olímpicos de la antigüedad que de alguna manera ya revisamos, que se celebraron en Olimpia, se celebraron en el año 776 a.C. duraban seis días y consistían en combates y carreras hípicas y atléticas; En el siglo lV, con el declive de la civilización griega, iniciaron su decadencia; el deporte de competición no renació hasta el siglo XlX. Entretanto, se fortaleció el vínculo entre el deporte y la guerra con el auge de tiro en arco, los torneos de esgrima; y sólo ciertas actividades como el juego de pelota en Francia o el golf en Escocia escaparon a esta tendencia general.

Las competiciones deportivas renacieron en Gran Bretaña y el los países de Europa septentrional al amparo de la revolución industrial, incluso hay autores que las consideran uno de los signos identificadores de la cultura de la edad contemporánea

Durante el siglo XlX nacieron la Regata, Oxford – Cambridge (disputa entre ambas universidades desde 1829), el rugby (inventado por estudiantes de la escuela de School Britáica) y la primera edición de la Copa América de vela (1851); con el tiempo, el principal valor deportivo amplió su espectro; ya no se trataba sólo de competir frente a un rival, si no también de batir al propio tiempo o a dificultades y obstáculos naturales. Paralelamente fueron apareciendo el fútbol, el Waterpolo, el tenis de mesa y otros muchos deportes que se consolidarían durante el sigo XX.

En 1892 el barón Pierre de Coubertin, promovió la idea de reestablecer los juegos olímpicos. Dos años después, este proyecto fue aprobado en el transcurso de un congreso en el cual se fundó también el Comité Olímpico Internacional (COI). Los primeros juegos olímpicos de la era moderna tuvieron lugar en Grecia, donde se habían celebrado siglos atrás, en 1896; participaron sólo 13 países y 295 deportistas, pero constituyeron un gran acontecimiento y desde entonces se han celebrado cada cuatro años (excepto durante las dos guerras mundiales). Desde 1924 también tienen lugar los denominados Juegos Olímpicos de Invierno.

El hecho de que el juego como tal puede tener un valor educativo o bien competitivo, remite a una ruptura histórica que data del romanticismo alemán, con mayor precisión de los textos de Jean Paul Richter de1983 y de Hoffman, el autor de los célebres cuentos.

“Antes del juego como tal, solo se percibía como actividad fútil de recreo”.25

En ese sentido el juego puede contribuir indirectamente a la educación al ofrecer una recreación legítima. Otros autores, como Erasmo propusieron una utilización indirecta en forma de astucia pedagógica. Se trataba de dar apariencia de juego a los ejercicios escolares para obtener la adhesión y la motivación de un niño poco consciente de los beneficios, necesariamente diferidos que pudiera obtener de la educación que se le da. En ambos casos el juego no tiene un valor educativo intrínseco, aún cuando el educador lo utiliza. Remite a la espontaneidad de un niño que hay que controlar, incluso enderezar en el mejor de los casos el niño no es nada, es una cera blanda según la metáfora clásica está marcada por el mal y el pecado dice el autor que en estas condiciones no se puede valorar su actividad espontánea.

El cambio de paradigma del juego está vinculado con la nueva perspectiva que se abre con el romanticismo y los autores del siglo XVlll que, como, Rosseau, preparan esa nueva visión Brougere, 1995.

La valoración de la naturaleza, del salvaje y por ende del niño lleva a redefinir la relación entre los primeros años de vida y el estatutos del adulto, entre lo natural y lo social”25

Lo que existe primero es valorado en un retorno a lo espontáneo y a lo intuitivo que marca una ruptura con la filosofía de la ilustración. En consecuencia las actividades espontáneas del niño se consideran positivas, y el juego aparece claramente como la actividad espontánea por excelencia.

En su cuento, el niño extranjero Hoffman, evoca esa nueva concepción que; opone a los niños jugando libremente en la naturaleza con monos sabios que provienen de la cultura escolar”26

Pero es Jean Paul Richter quien, unos años antes, en su levana ou traité de education, formula por primera vez la idea del juego como educación natural, contribución al desarrollo del niño:

“Me separa absolutamente de esos maestros de escuela que piensan que en la recamara del niño no se hace más que jugar sin aprender nada para el futuro. Las horas de juego no son otra cosa que las horas más libres de estudio.

En el pensamiento del siglo XVIII, incluso antes de preparar una valoración al juego. Por medio de un análisis matemático, la moral en los textos de la Enciclopedia y el pensamiento de Schiller, el juego cambia de estatus para volverse objeto de estudio, imagen de las actividades más serias de la vida.

Pero para ir más lejos se requería una transformación de la imagen del niño, de manera que el juego del niño más pequeño pudiera considerarse serio, portador del futuro. De hecho surge la búsqueda de un método básico de conocimiento y es tomada como disciplina científica la Educación Física.

Rousseau y Kant, se interesaron por la pedagogía físico-educativa, estas son ya para la sociedad nuevas aportaciones en la educación física, preocupándose a la vez por un pensamiento pedagógico.

Frôbel, a través de una filosofía de múltiples influencias, pero también profundamente marcado por el romanticismo, hará del juego un verdadero programa de estudio preescolar con la creación de la pedagogía de los jardines de niños. Hecho que después en el tercer capítulo se analizará. Con este autor aparece el nuevo panorama, pero además las ideas románticas se inscriben en una pedagogía concreta que marcará de manera duradera la educación preescolar y se difundirá a partir de la segunda mitad del siglo XIX por el mundo entero para influir en las primeras estructuras preescolares de países tan diferentes como Estados Unidos, Japón o Brasil.

Para Frôebel “el juego es el grado más alto del desarrollo del niño de esa edad, ya que es la manifestación libre y espontánea del interior que exige por el interior mismo” (1861)28. Más que de sus predecesores, afirman lo serio del juego “no se debe ver el juego como una cosa frívola, si no como una profunda significación”28

A partir de la primera mitad del siglo XIX se construye el nuevo pensamiento sobre el juego, bajo las siguientes características: Resulta, no de un enfoque psicológico o científico del niño, aún inexistente, si no de una construcción filosófica, incluso mística, vinculada alrededor de una valoración del niño como expresión de la naturaleza, de lo divino. Ahí encontramos la asociación perdurable del poeta y del niño, que pone en relación imaginación e infancia. La justificación de la relación entre el juego y primera educación proviene del axioma de una nueva construcción antropológica que se opone a la racionalidad de las luces. Jamás debemos olvidar el origen de ese nuevo pensamiento y saber reconocer en qué medida aún somos románticos en nuestra aproximación a la infancia.

Se opone a la visión anterior que consideraba frívola el juego, así se tratara de adultos o de niños. Ciertamente los trabajos de los matemáticos y de los moralistas habían construido un enfoque del juego que mostraba su seriedad. Pero Schiller (1943) la explicación del juego remite al exceso de energía, lo que mantiene dentro de lo necesario, lo no voluntario.

Este nuevo enfoque no solo basta de lo meramente psicológico o científico como lo expresa este autor si no filosófica que vaya encaminada a la razón del ser del juego mismo y del niño como tal en las actividades que realice, pues ellas lo ayudarán a formar en un futuro personas más responsables y justas en la sociedad.

El pensamiento moderno sobre el juego se construye sobre una ruptura entre el juego de adultos y juego de niños. Aquél parece ocultarse; en todo caso no es el modelo, si no más bien la degeneración de éste.

De principio esta concepción toma una forma pedagógica y nutre el primer intento de construir un programa específico para los niños antes del aprendizaje de la lectura y la escritura. En consecuencia, existe sin duda ese fuerte lazo que describimos para el periodo contemporáneo entre juego y pedagogía. Pero se trata de una pedagogía que se desprende de postulados filosóficos más que de la tradición teórica de una práctica o de la aplicación de descubrimientos científicos que conciernan al niño. La ciencia entrará en escena después.

En el siglo XX podemos decir que las ciencias humanas progresaron en las ciencias de la educación y aquí la Educación Física busca un lugar en el contexto de la pedagogía en general.

Por lo tanto esta evolución del juego en el campo de la Educación Física en sus diferentes etapas de la educación, de la pedagogía, tratados, de reflexiones, de propuestas, ensayos y logros que se han hecho a lo largo de la historia, nos lleva ahora a ir en busca de un razonamiento más profundo sobre la Educación Física, (incluyendo el mismo juego); ahora nos toca a nosotros difundir y hacer conciencia de la gran importancia que tiene esta área para el desarrollo íntegro de nuestra persona humana.

No obstante, el trabajo es revalorizado en detrimento del juego y paralelamente se produce una privatización del espacio en las ciudades que crecen rápidamente a raíz de la explosión demográfica. La escolaridad implantada a gran escala a partir del siglo XIX, separa la infancia del mundo de los adultos o el juego pasa a tener un espacio y tiempo determinado.

De igual manera E. Trigo (1994) afirma que a lo largo de nuestra historia, la parte lúdica de la experiencia humana ha querido ser ocultada. La búsqueda de lo utilitario puede ser la causa de este olvido del espacio-tiempo que los humanos han dedicado a lo imaginario. Este miedo a la fantasía, a la libertad, es lo que ha motivado a los diferentes estados a aplastar el juego, la fiesta, y a tratar de reglamentarla en todas sus manifestaciones. Porque se cree que sólo lo que se rige por normas se puede controlar.

Sin embargo nos comenta Gladis Elena en su libro de el juego en la Educación Física básica que nuestras fiestas ya no cumplen con la primigenia significación de ponernos en contacto con las fuerzas cósmicas que rigen la naturaleza, explorar el recorrido de un juego a través de la historia, es introducirse en las diversas civilizaciones en las que éste hizo presencia descubrir los cambios ideológicos que se han ido presentando en dichas culturas. Rastreando el origen de un juego nos encontramos con otras manifestaciones culturales como mitos, las leyendas, las creencias en el punto en donde unos y otros se confunden para ser uno solo.

Pero actualmente es necesario saber que el hecho de que los ejercicios corporales naturales, tales como: andar y correr sobre terreno accidentado, el alpinismo, la labranza manual de la tierra, el derribo de los árboles con hacha; el trabajar expuestos a la lluvia, al sol, al viento, al frío y al calor, han cedido su lugar a los deportes metódicos que apenas si implican riesgo y a las máquinas que suprimen el esfuerzo muscular. En todas partes hay campos de tenis y de golf, pistas artificiales de patinaje, piscinas caldeadas y arenas resguardadas donde los atletas se ejercitan y luchan protegidos contra las intemperies. De este modo observamos que, todos pueden desarrollar sus músculos sin estar sujetos a la fatiga y a las penalidades que llevaban consigo los ejercicios correspondientes a una forma de vida que diría casi más primitiva o por lo menos más próxima a ella.

Porque sabemos que ahora y en todas partes se han construido escuelas, institutos y universidades que han sido inmediatamente invadidos por inmensas multitudes de estudiantes; y estas instituciones culturales nos dice Alexis Carrel que están consagradas al desarrollo intelectual de niños y jóvenes, al mismo tiempo, conceden gran atención a su educación física; y remarca que el principal interés de estos establecimientos educadores consiste en el mejoramiento de la fuerza mental y muscular.

El deporte en la actualidad y sus retos ante la sociedad; el movimiento olímpico provocó una formidable expansión del deporte durante el siglo XX, las diferentes disciplinas y modalidades se organizaron en torno a federaciones nacionales e internacionales, e instauraron sus propias competiciones; poco a poco, lo que comenzó siendo una simple forma de ejercicio físico se convirtió en una actividad a tiempo completo y profesional, para competir y alcanzar record, los deportistas tuvieron que prepararse de forma metódica e incluso científica; y en todos los deportes se aplicaron las más avanzadas tecnologías y trabajaron los mejores profesionales para mejorar el entrenamiento de los atletas y diseñar los materiales de competición.

Comprometidos con sus principios fundadores, las autoridades deportivas internacionales se opusieron insistentemente a la profesionalización del deporte, rechazando la idea de recompensar económicamente las victorias deportivas; pero en la década de 1960, el golf, el tenis o el automovilismo dieron el paso decisivo y superaron el tradicional espíritu amateur del deporte ( del que se erigieron en baluartes el atletismo o la natación). Sin embargo, el temor a que el concepto pecuniario ingresara en el vocabulario deportivo fue superado de forma progresiva( y terminó por esfumarse) ante las cifras que el deporte comenzó a generar por los ingresos procedentes de la publicidad y de los derechos de televisión: el deporte profesional había dado paso al deporte espectáculo y éste, a su vez, al deporte como sector económico.

Los juegos olímpicos celebrados en Los Ángeles (Estados Unidos) en 1984 fueron financiados enteramente por empresas patrocinadoras y los derechos de retransmisión adquiridos por las cadenas de televisión señalaron simbólicamente la entrada a una nueva era.

El deporte como actividad económica adquiere una importancia planetaria y sus protagonistas se convierten en héroes e ídolos de masas. El fútbol en Europa y Sudamérica, y el baloncesto, el béisbol y el fútbol americano en Estados Unidos , se transformaron en auténticos fenómenos sociales, Sólo algunos casos de dopaje o de violencia hacen recapacitar acerca del rumbo que el deporte toma cuando excede su propia esencia.

Pero a lo largo del siglo XX el auge del deporte también implicó la práctica de la educación física en las escuelas (incluso como asignatura). La realización de actividades de ocio, durante mucho tiempo reservado a cierta élite social y económica, se hizo accesible a todos los individuos, lo redundó en una mejora de la salud y condición física de los seres humanos.

Este recorrido histórico del primer capítulo, nos marca las pautas que ha tenido cada uno de los pueblos en el ámbito de juego adaptado a cada uno de los tiempos o costumbres vividas, si bien, en la antigüedad no tenían conciencia total del juego como actividad pedagógica en lo que realizaban, ahora el hombre busca la manera de ir más allá de lo que, en la edad media sólo lo empleaban para su propio beneficio.

Actualmente en nuestro siglo XXl decimos que el hombre busca complementar el juego mediante algo formal, es decir, en el ámbito de la educación para convertirlo en modelo de cualquier juego, por lo menos para el niño; Aunque sobraría decirlo, pero el juego actualmente se ha visto como deporte de competición, donde los hombres y mujeres participantes parecen sólo máquinas de poder; un ejemplo de ello son las famosas olimpiadas y los torneos de fut-bool., voleibol, entre otros.


24 CAMPO, Sánchez, Gladis, Elena op.cit pág.20

25 HOUSSAYE, Jean, Cuestiones Pedagógicas. ED. Siglo XXl, México 2003. pág. 236.

25 IBID. pág. 237.

26 IBIDEM. pág. 237

28 IBIDEM pág. 238