En Tonila

El Museo de Artes Populares “María Teresa Pomar” y un grupo de estudiantes de la Escuela de Danza Escénica de la Universidad de Colima, realizaron en Tonila, Jalisco, un altar de muertos y ofrecieron un performance en memoria de Enrique Hernández Fuentes, padre del rector de la UdeC, José Eduardo Hernández Nava.

Antonio Enciso Núñez, director de este museo, explicó que el altar representa un “reencuentro con las personas que ya no están con nosotros, que nos forjaron, pero también con aquellos personajes que representan algo para cada una de nosotros. En el altar no pueden faltar el agua, cera y la sal, así como los gustos culinarios y personales de quien se rinde homenaje; esto se relaciona con el sincretismo que nos enseñaron los españoles y que forman parte de la vida cotidiana con la época cristiana”.

Alumnos y alumnas de la Escuela de Danza Escénica presentaron el fragmento de la obra “Olor a copal y flores”, que forma parte del performance “Un fandango con la muerte”, en el que se resalta la idiosincrasia del país en torno a la muerte.

El rector José Eduardo Hernández Nava, acompañado por algunos de sus hermanos y hermanas y por Alicia del Carmen López de Hernández, directora general del Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria y presidenta del Voluntariado, agradeció a Antonio Enciso y a los estudiantes la ofrenda, así como al ayuntamiento de Tonila por montar un altar en memoria de su padre.

La ofrenda, añadió, “es una expresión que refrenda su amistad y sentimientos más íntimos a través del ofrecimiento de viandas, vinos y gustos de quien se ofrece. La ofrenda es entonces el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria para dialogar con estos recuerdos”.