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En la poesía todo cabe, pero no deben usarse palabras domingueras: Alí Calderón

En la poesía todo cabe, pero no deben usarse palabras domingueras: Alí Calderón



19 de noviembre de 2013 20:27:00 horas

g12825Alí Calderón Farfán, ganador del premio nacional de poesía Ramón López Velarde 2005, otorgado por la Universidad Autónoma de Zacatecas, coordinó hace días un taller de poesía al que asistieron alumnos, egresados y profesores de la Falcom, Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima.

En la primera fase del taller, Alí aplicó dinámicas reflexivas y lectura de poemas clásicos “brutales”, como él los llama, para la autoayuda en redacción y limpieza de los textos.

“¿Qué es la poesía? Y la gente dice: plasmar bellos sentimientos””, a lo que el autor reflexiona: “no sé, no estoy seguro. ¿Quién la inventó? Según los griegos fue un sujeto llamado Alquilo de Paros el primer poeta lirico, un mercenario, un pirata, alguien que mataba a cambio de dinero, un sicario contemporáneo”.

“La poesía lírica es una urgencia interior; la alteración es el ritmo de la poesía, esa sensación de lentitud en coherencia con el tono”, dijo a los asistentes de su taller.

Al reflexionar sobre la creación literaria, dijo que la poesía “es seducción, es ese morbo que está puesto ahí de alguna manera. La constitución de la poesía es la suma de tres niveles: la melopea o el ritmo, la música; la fonopea o la imagen y la logopea o el concepto, las ideas, los significados”.

Mientras los talleristas anotaban, el poeta sentenció: “un texto que tiene economía literal no se va con rodeos; la base de la poesía es comparar una cosa con la otra”.

Calderón Farfán leyó textos de Catulo, versos sobre la pasión que el poeta sentía por una prostituta desinteresada del propio amor. “Por medio de su prosa mendiga su amor y odio”, explicó, para luego reconocer que “este muchacho millonario de la época de Julio Cesar es uno de los monstruos de la literatura y necesario para aprender a escribir poesía”.

“El lenguaje se desgasta, peo en la poesía se tiene una manera de decirlo de otros modos”, añadió. Puso un ejemplo. A frases como “tus ojos son dos luceros”, dijo, hay que darles la vuelta, huir del lugar común; “lo que siempre se ha dicho, decirlo en otra manera: ‘fui astrónomo en tus ojos’.

“¿Se pueden escribir groserías en la poesía?”, preguntaron los asistentes. “Sí, todo cabe en la poesía, siempre que no se usar las palabras comunes o domingueras”. En este caso Calderón Farfán citó a Octavio Paz “La única moral del escritor es escribir bien”.

La poesía, añadió Alí Calderón, “quiere generar cierta altura emotiva, no es sensible, es lo que no esperas. El epigrama es limpio, si es breve es bueno. Edgar Allan Poe en su reflexión de El Cuervo menciona: ‘un poema tiene que leerse de una sentada’. El epigrama manipula el lenguaje de la poesía; el autor nicaragüense Ernesto Cardenal nos enseña a ser directos, ir al grano, porque es importante que en el poema no estemos hablando de cinco cosas a la vez”.

Sobre los talleres literarios comentó que “es peligroso; no es nada fácil que llegue otro sujeto y te descomponga el texto, pero es necesario para hacer la piel un poco más gruesa. Hay inseguridades, pero con esto podemos aprender trucos, mañas y trasformación, ver cómo se mueven cosas”.

El poeta fue invitado para sumarse a los festejos por el 33 aniversario de la Falcom.