19 de noviembre de 2013 19:55:00 horas
*En el marco del programa “Noche de encaladillas”, el sacerdote, intelectual y escritor expuso los orígenes de la poesía en el mundo griego y su relación con el placer, la belleza, la razón, la concupiscencia, el sentido de la vida y la experiencia espiritual.
“Entiendo la poesía como respuesta a la pregunta del sentido de la vida, camino entre mitos y penetración al espíritu del hombre”, expresó el escritor Antonio Flores Galicia al ofrecer una charla como parte del programa “Noche de Encaladillas”, que el Museo de Artes Populares “Ma. Teresa Pomar” de la Universidad de Colima.
Ante un público integrado en su mayoría por estudiante, el invitado explicó que el término poesía procede de la voz griega “pieo” que significa “producir” y se empezó a utilizar para distinguir al poeta del escritor de historias: “Se llamaba poeta al que producía belleza con la palabra; no era prosista ni orador, ni maestro ni moralista, ni gobernante; era creador de arte bello, causaba en el espíritu emoción estética”.
En este sentido, Flores Galicia añadió que la poesía pretende generar un sentimiento agradable, puro y desinteresado, que afecta armónicamente a las facultades humanas: sensitivas, intelectuales y morales.
Además, dijo que durante la época dorada de la cultura griega, se exigía autonomía de temas y formas literarias, equilibrio perfecto entre el instinto primitivo y la inteligencia y se pedía la anulación del dualismo entre el mundo y el hombre. “En la poesía debía estar la virtud, el placer, la razón y la concupiscencia”.
El autor de libros como “El caudillo en la literatura iberoamericana”, aseguró que el poema es reflejo de la entrega vivencial del poeta y las imágenes que utiliza son producto de una lucha de identidad: “En el poema se mueven los deseos del poeta y sus sueños; se expone su expectación, su miedo y desesperación, su confianza y esperanza, sus alegrías e ideales. Avanza desde la oscuridad de su origen hasta el asombro”, enfatizó.
Finalmente, al crear un poema, dijo, el bardo realiza un intercambio lingüístico e interpreta emociones de su tiempo, sugiere armonías trascendentales y da notas sutiles que penetran en el espíritu de las épocas: “Se ha considerado al poema como elemento útil para elevar el espíritu hasta regiones de lo bello, para ennoblecer afectos, cultivar inclinaciones rectas, dar gracia y elegancia”.
Antonio Flores Galicia realizó la carrera sacerdotal en el Seminario Conciliar de Colima, la licenciatura en Letras Españolas en la UNAM y la maestría en Letras Españolas en la Universidad Iberoamericana. Realizó cursos intensivos de Sociología en Guanajuato, de arte y de Psicología en México, y de Antropología y Geografía en Israel.
Ha impartido cátedra en diversos planteles de la Universidad de Colima, como el Bachillerato 17 de Comala, el Bachillerato 5 de Tecomán, el Bachillerato 18 de Coquimatlán y en las facultades de Letras y Comunicación, de Pedagogía y de Ciencias de la Educación. La máxima casa de estudios colimense le ha publicado obras como “El caudillo en la literatura iberoamericana”, “Dos instancias de Griselda Álvarez”, “Maravilla latinoamericana”, “Ante el texto literario”, “...Y será el fin, una lectura de López Velarde”, “El camino del sentido”, “Signo abierto” y “Concierto Cósmico”, entre otros.