Cualidad de descender exclusivamente de cristianos viejos, sin tener ningún antecesor judío, musulmán ni penitenciado por la Inquisición. La discriminación a través de la exigencia de acreditar limpieza de sangre se inició en Castilla en el siglo xv, y fue una obsesión para la sociedad castellana a lo largo del siglo xvi. Todo ello se trasladó inevitablemente a América, donde se pretendió aplicar incluso con mayor énfasis a la nueva sociedad indiana.