Proceso industrial en el cual el nitrógeno y el hidrógeno se hacen reaccionar a altas temperaturas y a altas presiones en presencia de catalizadores. El amoníaco resultante se utiliza principalmente en la fabricación de fertilizantes artificiales, como el nitrato de amonio y el sulfato de amonio. Estos fertilizantes, al igual que el amoníaco líquido, se aplican a las tierras cultivables y a los pastizales. V. Química (vol. 2): Equilibrio químico y energía. |