*Vyacheslav Zobin, investigador del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima, editó un libro sobre recientes investigaciones para calcular magnitud explosiva.

*Son nueve artículos de investigadores del Cuerpo Académico 30 así como especialistas de Alemania, Japón, Rusia e Italia, que aparecen reunidos bajo el título “Complex Monitoring of Volcanic Activity: Methods and Results”, en la colección “Ciencias de la Tierra del siglo XXI”, de la editorial estadounidense Nova Science Publisher.

Nuevas metodologías para el monitoreo volcánico se muestran en el libro “Complex Monitoring of Volcanic Activity: Methods and Results”, propuestas por el Cuerpo Académico (CA) 30 de Ciencias de la Tierra, de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Colima.

Estas estrategias pueden estimar la peligrosidad de una erupción mediante el registro sísmico o ayudar a establecer medidas preventivas ante el riesgo de nueva actividad volcánica.

Vyacheslav Zobin, editor del libro, con quien Nova Science Publisher, casa editora de Nueva York, hiciera contacto para compilar los nueve capítulos escritos en inglés, explicó que estas metodologías pueden ser incorporadas como estrategias de monitoreo en los observatorios vulcanológicos, pues plantean parámetros que ayudan a tomar decisiones cuando la columna eruptiva no permite la visibilidad del volcán, así como también conocer los ciclos eruptivos con base en estadísticas.

El estudio del volcán de Kamchatka, en Rusia, donde estimaron la altura de la columna eruptiva o pluma de ceniza mediante el registro sísmico, ejemplifica que estos parámetros permiten estimar la energía de las explosiones y otros aspectos que son importantes para que los aviones puedan sobrevolar algunas áreas, dijo Vyacheslav, científico ruso que trabaja en el observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima.

Observar el crecimiento del domo permite medir el peligro que pueden sufrir las personas y sus viviendas; de esta manera se pueden definir mecanismos de gestiones del riesgo, “porque el crecimiento se relaciona con los flujos piroclásticos, derrumbes y algunas erupciones”, explicó el autor de tres libros relacionados con sismos volcánicos.

Agregó que la sismología es una de las técnicas más importantes para obtener información cuando es imposible ver con los ojos: “Con frecuencia no podemos ver nada, entrar al cráter y observar otros aspectos; pero si tenemos en buen estado los aparatos que miden la sismología, podemos reconstruir la erupción y las señales sísmicas se convierten en nuestros ojos”, aseguró.

Un aspecto importante para el monitoreo volcánico son los estudios estadísticos de explosiones, es decir, sus ciclos eruptivos, con los que se puede estimar el tamaño y el alcance de erupciones pasadas.

El libro compila investigaciones realizadas sobre algunos de los volcanes más activos de la Tierra (Bezymianny, Etna, Karymsky, Kizimen, Sakurajima, Sheveluch, Stromboli, Popocatépetl, Puracé y el Volcán de Colima), las cuales se encuentran resumidas en nueve capítulos.

Los investigadores principales del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima, Raúl Arámbula, Mauricio Bretón, Juan José Ramírez, Vyacheslav Zobin y Hydyn Santiago, quienes pertenecen al cuerpo académico CA30, son autores de cinco capítulos del libro junto con personal del Observatorio Vulcanológico; los autores de los otros cuatro capítulos son investigadores de Alemania, Rusia, Japón e Italia.

Vyacheslav Zobin no descarta la posibilidad de presentar el libro en Colima, el cual salió a la venta el mes de abril en Estados Unidos como parte de la colección “Ciencias de la Tierra del siglo XXI”.