*En la actualidad hay pocos psicólogos peritos forenses y es necesario que se incluyan planes de estudio.

El trabajo del psicólogo en un proceso judicial es fundamental para determinar si el enjuiciado fue capaz de realizar el delito por el que se le acusa, ya que en ocasiones las pruebas que se presentan pueden ser insuficientes para demostrar su culpabilidad o inocencia. Sin embargo, en la actualidad se carece del perfil de un psicólogo perito.

Por ejemplo, se recurre a un psicólogo cuando la defensa quiere demostrar ante el juez que la persona detenida y a quien defiende no tiene el perfil de personalidad o de carácter como para poder realizar lo que se le atribuye.

Entonces el psicólogo, “con sus métodos, puede demostrar que tiene o no la capacidad para realizar tal acción”, comentó Baltazar Ortiz durante la Primera Semana Expo-Neuro, organizada por la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima.

Es necesario que los psicólogos se especialicen en esta área debido a que tienen que conocer sobre los procesos penales, “interpretar por qué, dónde y de qué forma se presenta una evidencia, pues no basta con su preparación en Psicología”, agregó José Luis Rodríguez, maestro en Criminología.

Esto se debe a que el código federal exige al juez que la sentencia emitida hacia el acusado no atente con las garantías individuales de cada una de las personas. Por lo tanto, el juez tendrá que auxiliarse de otras ciencias para poder satisfacer todas las circunstancias que pide la norma.

“Aquí es donde la Psicología se vuelve auxiliar del Derecho, para determinar los motivos que orillaron al delincuente a cometer el acto o a dar ese paso”, reforzó Ulises Álvarez Alcántar, catedrático de la Facultad de Derecho de la U de Colima.

Sin embargo, en la actualidad hay pocos psicólogos peritos forenses, por lo que es necesario que se incluyan planes de estudio en las licenciaturas de Psicología, para que en un futuro puedan contribuir en estos casos.

“Estoy convencido –dijo José Luis Rodríguez– de que la Psicología debe formar parte de todo este bagaje necesario para la administración de la justicia, tanto en el sistema que estamos ahorita como en el que iniciará”.

“Pero también debe quedar claro –agregó Baltazar Ortiz– que un perito psicólogo tiene que ser honesto consigo mismo, con su cliente y con el juez, pues se convierte en una pieza fundamental para el caso y debe hacer saber a los abogados que no tienen la obligación de apoyarles a ciegas, porque el psicólogo es auxiliar del juez y su única responsabilidad es con él”.