INTRODUCCIÓN

"Así como el estudio de la Música sólo puede realizarse oyendo obras musicales, el de la literatura sólo puede hacerse leyendo obras literarias. Suele ser creencia general que para "saber literatura" basta conocer la historia literaria, Esto es tan erróneo como pretender que se entiende de Pintura sabiendo dónde y cuándo nacieron los grandes pintores, y conociendo los títulos de sus cuadros, pero no los cuadros mismos."La cita anterior es la carta de presentación con que inicio siempre mis clases de literatura: es mi forma de expresar que el trabajo en el aula irá más allá que la simple enumeración de movimientos estilísticos, autores y sus obras; con ello, les trasmito mi intención de iniciar una apasionante viaje que les permitirá no sólo acceder a la cultura universal, sino también disfrutar de la inconmensurable belleza del lenguaje, territorios desconocidos por sus mentes, tan poco afectas a explorar horizontes que no griten ser atractivos.

Los textos que en lo sucesivo se publicarán en este espacio, son totalmente criticables en tanto que sólo alcanzan el nivel de una edición sintética: apenas unas pocas notas, muy básicas, introductorias a los temas que abarcan los programas de literatura en el nivel medio superior. Si acaso tuvieran una virtud, es el de estar prácticamente limpias de datos. Las he escrito y ahora las comparto, porque con ellas se puede abrir la puerta al camino que en verdad importa: el de trabajar en grupo para "salvar" a nuestros estudiantes de su analfabetismo funcional, presentándoles en el aula, entusiastamente, cada texto, buscando en cada argumento el pequeño hilo incitador de la lectura, eligiendo la cita que resuma el arte, mostrando y demostrando que leer es en verdad una grata experiencia. Los jóvenes, cada día me enfrentan con sus pretextos y yo sonrío, esgrimiéndoles un texto.

CULTURA GRIEGA

Grecia está localizada en la zona geográfica marítima y comercial intermedia entre Europa y Asia siendo una nación inminentemente marinera y con mucho poder; sus primeros pobladores proceden desde el año 2000 A.C. Su historia ha sido dividida en varios periodos; uno de los más importantes es el llamado clásico (siglo V A.C.), en el que alcanzó un gran desarrollo tanto en lo político como en lo cultural, razones por las cuales, no sólo se le sigue reconociendo como "la cuna de la civilización"; sino que también, aún cuando fue sometida militarmente por Roma (periodo romano, que abarcó del siglo I A. C. Hasta el IV D. C.), el poderoso imperio se vio conquistado culturalmente por la el esplendor griego.

Aunque sus manifestaciones culturales son innumerables, destacan: LOS JUEGOS OLIMPICOS, EL TEATRO Y LA MITOLOGÍA.

La Mitología, por supuesto es el tema que más interesa a la literatura, pues surge de la colección de relatos sobre dioses y héroes antiguos, originalmente creada y difundida dentro de la tradición oral y poética y conservada muchos años más tarde en reelaboraciones literarias, complementadas por interpretaciones de los autores. Gracias a éstas últimas, a los historiadores les ha sido posible deducir las prácticas religiosas y tradiciones de la antigua Grecia.

Los griegos vivían (por decirlo de alguna manera), estas estilizadas narraciones, recitándolas en las fiestas, susurrándolas en los altares y contándolas en los banquetes aristocráticos; y dado que hay pocos hombres más propensos a discutir que los poetas, los sacerdotes y los aristócratas, las contradicciones son abundantes. Más aún: son parte de la diversión.

¿Cómo era un dios griego?

Los dioses griegos pueden tener mitos sobre su nacimiento pero no envejecen. Son casi inmunes a todas las heridas y enfermedades, capaces de volverse invisibles, viajar grandes distancias casi instantáneamente y hablar a través de seres humanos con o sin su conocimiento. Cada deidad tenía su propia apariencia específica, genealogía, intereses, personalidad y área de especialidad. Sin embargo, estas descripciones emanan de una multitud de variantes locales arcaicas que no siempre coincidían entre ellas. Cuando se aludía a ellas en la poesía o la oración, se hacía mediante una combinación de su nombre y epítetos, que los identificaban por estas distinciones del resto de los dioses. Estos epítetos pueden reflejar un aspecto particular del papel del dios, como Apolo Musageta es «Apolo, jefe de las Musas». En los relatos míticos, estos seres son descritos como una larga y casi incontable familia multigeneracional (algunos estudiosos afirman que llegó a haber hasta 30.000 divinidades en total); sus miembros más viejos crearon el mundo tal como lo conocemos, pero fueron derrotados por las siguientes generaciones. Los dioses olímpicos se "aparecieron" en persona a los griegos, según se describe en los poemas épicos y les proporcionaron a los belicosos antepasados un número ilimitado de "milagros", además les enseñaron una selección de habilidades útiles y los métodos de adoración a ellos mismos, premiaron la virtud y castigaron el vicio, y engendraron hijos con humanos.

Al igual que los hombres, los dioses eran impredecibles y por eso unas veces tenían un estricto sentido de la justicia y otras eran crueles y vengativos. Su favor se alcanzaba por medio de los sacrificios y de la piedad, pero estos procedimientos no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles. La mitología romana comparte una estrecha similitud con la griega, pues aunque cuente con algunas piezas propias de su cultura particular, su importancia y número es mucho menor, reproduciendo en buena medida los elementos griegos, aunque variando los nombres de varios dioses y personajes de importancia. De hecho hay especialistas que niegan que pueda hablarse de una mitología romana independiente de la griega.

El juicio de Paris

Celebraban los dioses la boda de la nereida Tetis y Peleo cuando la diosa Eris (la Discordia) dejó caer al suelo una manzana con la inscripción": Para la más hermosa". Tres diosas pretendieron merecer el galardón, pero al no ser fácil el acuerdo decidieron que fuera el pastor Paris el que resolviera el caso. Hera le recompensaría con el poder, Atenea con una especial inteligencia y Afrodita con el amor. El troyano Paris no dudó y le concedió la manzana a la diosa Afrodita. Cuando Paris encontró a la hermosa Helena, esposa del rey de Micenas, Menelao, Afrodita hizo que se enamorara apasionadamente de Paris quien la raptó y se la llevó a su reino. Esta fue la causa de la guerra de Troya y explica el partido que cada una de las diosas tomó por uno u otro bando: Hera y Atenea siempre de parte de los griegos, Afrodita de parte de los troyanos. Pero este elemental relato simboliza ante todo la tentación humana: al hombre lo atraen algunos de los tres premios que a Paris le ofrecieron las diosas: la ambición para conseguir el poder (Hera) alcanzar éxito profesional(Atenea) o plenitud en el amor( Afrodita

 La Guerra de Troya y los viajes de regreso 

Grecia entera había participado en la gran expedición contra Troya. La hermosa Helena fue pretendida por los principales reyes de Grecia, y conocido su destino de mancornadora, los pretendientes juraron que si algún día fuera necesario deberían acudir a la llamada de auxilio del que obtuviera la mano de Helena. Así que, raptada por Paris y conducida a Troya, su marido Menelao, congregó a los principales jefes griegos para el largo asedio de la ciudad. Al cabo de diez años, los griegos recurren a la astucia y fabrican un descomunal caballo(el Caballo de Troya)en cuyo interior se ha escondido un selecto grupo de guerreros. El ejército griego embarca en sus naves y finge su retirada tras haber dejado a las puertas de la ciudad el funesto caballo como ofrenda para Troya. Aunque el sacerdote Laoconte y la profetisa Cassandra presagiaban desgracias si los troyanos introducían el caballo en la ciudad("teme a los griegos, aunque te ofrezcan regalos"). Troya sucumbe esa noche a mano de los guerreros salidos del vientre del caballo de madera. Caída la ciudad, los héroes griegos emprenden un incierto viaje de regreso. De estas aventuras quizá la más famosa es la de Odiseo que anduvo otros diez años vagabundeando hasta volver a su isla de Itaca. Peor suerte le cupo a Agamenón, que encontraría la muerte a manos de su propia mujer, Clitemnestra, cuando estuvo de regreso en su ciudad.     

Orestes y Electra

Orestes fue el único hijo varón de Agamenón y Clitemnestra. Según la historia, estaba ausente de Micenas cuando su padre volvió de la Guerra de Troya y fue asesinado por el amante de su esposa, Egisto. Ocho años después Orestes volvió de Atenas y vengó la muerte de su padre asesinando al amante de su madre; cuando ésta quería matarle, huyó; pero en su vigésimo cumpleaños el oráculo de Delfos, Apolo le ordenó volver a su hogar y vengar la muerte de su padre. Orestes regresó a casa y se encontró con su hermana Electra ante la tumba de Agamenón, donde ambos habían ido a rendir honores al difunto; se reconocieron y planearon cómo Orestes llevaría a cabo su venganza. Tras cometer matricidio,(con la ayuda de Electra) Orestes enloquece y es perseguido por las Euménides (que no hacen lo mismo con Electra), cuyo deber es castigar cualquier violación de los lazos de piedad familiar. Atenea le recibe en la acrópolis y organiza un juicio formal. Los votos de los jueces quedan divididos equitativamente y Atenea le declara inocente con su voto decisivo. Las Euménides son apaciguadas y Orestes dedica un altar a Atenea. 

Orestes aparece en la mitología griega como personaje principal de varias leyendas relacionadas con su locura y purificación, tanto en Grecia como en Asia; como un mortal lleno de culpa al que purifican de su pecado por la gracia de los dioses, cuya misericordiosa justicia se muestra a todas las personas cuyo crimen sea mitigado por circunstancias atenuantes. Los implacables lazos de sangre de la sociedad primitiva dan lugar a un juicio justo y, en Atenas, cuando los votos de los jueces están divididos equitativamente, prevalece la compasión.