En las reubicaciones de las comunidades vulnerables a erupciones volcánicas se tiene una inclinación hacía la salud de la gente y al medio ambiente, sin embargo se olvida uno de los aspectos más importantes, el económico, ya que estas zonas son redituables para las cosechas.

“Cuando va a suceder o sucede una erupción, siempre se piensa en la reubicación de las personas afectadas, es ahí donde se tienen que estudiar los efectos de ésta, ya que la gente desplazada pierde su trabajo, se aleja de lo que conoce y de lo que depende”, comento Jessica Roberts de la Universidad de York ubicada en Canadá.

Jessica Roberts en su ponencia afirmó que cuando se habla de la sustentabilidad del manejo de riesgos, el aspecto económico se ignora. En ocasiones “la evaluación de riesgos se centra en el hoy, se habla de impedir el impacto de ahora y no el de las siguientes generaciones”

Roberts, realizó dos estudios en comunidades cercanas al volcán Galeras en Colombia. El propósito de dicha investigación fue conocer las problemáticas que enfrentaban los pobladores y cuál era el origen de éstas.

En las dos comunidades las respuestas fueron distintas, lo que para una comunidad era un problema, a la otra lo beneficiaba. Por lo que llegó a la conclusión que es importante ver las formas de organización dentro de las comunidades. “Los volcanes no solo son unas simples estructuras, si no que depende de las vulnerabilidades y de los modos de vida de la gente. Entonces, las políticas tienen que ser flexibles dependiendo de cada modo de vida de las diferentes comunidades expuestas a erupciones volcánicas” dijo la experta.

Sin duda dijo Jessica Roberts, aún falta una guía en la política para saber que hay que hacer cuando hay una erupción, pero que también cuando hay inactividad es un buen momento para ver los impactos del desastre.