En estos momentos México no es el socio estratégico de China, como lo fue en los años setenta, debido a situaciones diversas que han creado una relación ríspida entre las dos naciones, según afirmó Sergio Ley López, ex embajador de México en China y presidente de la sección empresarial Asia y Oceanía del COMCE, durante la conferencia “Relaciones económicas México-China: Desafíos y perspectivas”.

Dicha conferencia se presentó en el marco del XII Seminario Internacional de Estudios sobre la Cuenca del Pacífico, en el Archivo Histórico de la Universidad de Colima, donde Ley López explicó que una de esas situaciones fue el tratamiento que se dio en ambos lados del Océano Pacífico al tema de la fiebre porcina y otra la visita privada que realizó el Dalai Lama al primer mandatario mexicano.

“Otros factores que han contribuido a que la relación sea ríspida están relacionados con el comercio, aquí es donde está el mayor problema y es donde se tiene que entrar en una verdadera cooperación con esta nación”, señaló.

Pese a esto, el posicionamiento de China dentro de la economía mexicana ha sido tal que se ha convertido en el segundo socio comercial de México, a pesar de la ausencia de un tratado de libre comercio, así lo demuestran las estadísticas, pues en 2011 el volumen total de comercio entre la República Popular China y México fue de 61 mil 548 millones de dólares, lo que no se tiene con ningún otro país, excepto claro, con Estados Unidos, informó Ley López.

“Esto hay que analizarlo con detenimiento porque efectivamente este comercio nos da una desventaja, en cuanto a que tenemos un déficit con China, el cual asciende a 44 mil millones de dólares, lo que nos lleva a preguntarnos por qué está pasando esto”, puntualizó.

Luego dijo que el 75 por ciento de las importaciones que México hace de China son bienes intermedios, que son los que se importan para ser incorporados en mercancías que se van a integrar a nuestro país y después son exportadas; “si nosotros tratamos de parar esas importaciones vamos a tener que parar industrias como la maquiladora”, afirmó.

La solución a este problema, manifestó el ex embajador, es incrementar notablemente las exportaciones que se hacen a China, “ya que la ventaja es que ese país importa de todo, pues tiene necesidades gigantescas, por eso es el segundo importador del mundo”.

Sin embargo, hay ciertos impedimentos que no permiten a México exportar más mercancía a China, los cuales hay que analizar. Uno de ellos es que se tienen restricciones en cuanto a la producción nacional, pues ésta en su mayoría está comprometida con un solo mercado, que es el de Estados Unidos, por lo cual hay que incrementar la capacidad exportadora de los productores mexicanos, aseguró Ley López.

De igual manera, declaró que se tiene que impulsar decididamente y con mayor fuerza a las pequeñas y medianas empresas para producir más, lo cual se puede lograr con apoyos gubernamentales; también se tienen que desarrollar políticas públicas que permitan compensar el déficit con China, por ejemplo, que fábricas de chips o pantallas planas vinieran a fabricarlas a México, para lo cual se tendrían que dar incentivos por parte del gobierno.

Asimismo, se debe alentar una mayor inversión de capitales chinos en México en áreas como la minería, la cual es muy importante para ellos. Un área importante para que China invierta es la industria automotriz, donde México tiene gran potencial; otros rubros atractivos para inversión son crear una red de ferrocarriles rápidos y el turismo, aseguró.

“Pero la clave para lograr todo esto es el diálogo político, porque si no existe este diálogo nada puede fluir… el hecho de que ambos países estén en un cambio de gobierno es la oportunidad para que este diálogo se dé y pueda terminar la relación ríspida que han tenido China y México en los últimos años”, concluyó.