Inició el Seminario de Género y Derecho “La construcción jurídica de la violencia de género” en la Facultad de Derecho de la Universidad de Colima, impartido por la investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, Mariana Noemí Sánchez Busso.

Este seminario tiene como objetivo analizar desde la perspectiva de género, la construcción jurídica de la condición femenina y masculina del sistema de atención, procuración y administración de justicia frente al marco jurídico internacional.

En la inauguración estuvieron presentes el director de la Facultad de Derecho de la U de C, Carlos de la Madrid Virgen; el magistrado del Supremo Tribunal del Estado de Colima, José Alfredo Jiménez Carrillo; la encargada del Despacho del Instituto Colimense, Xóchitl Angélica Ramírez Díaz y la coordinadora del Programa Universitario de Estudios de Género de la máxima casa de estudios colimense, Celia Cervantes Gutiérrez.

Carlos de la Madrid dijo que en la Facultad de Derecho continúa siendo un objetivo principal la organización de actos académicos, pues son esenciales en la formación de los abogados: “Nos enorgullece poder ser sede del Seminario de Género y Derecho “La construcción jurídica de la violencia de género”, el cual desde hace unos meses se ha estructurado a través de nuestra compañera Celia Cervantes Gutiérrez”, manifestó.

Después de la inauguración, Noemí Sánchez impartió la conferencia “La construcción jurídica de la violencia de género”, tema que forma parte de su proyecto de tesis doctoral. Indicó que este estudio tiene como objetivo evaluar el impacto de las transformaciones jurídicas en los contextos sociales.

Apuntó que el Derecho es un mecanismo legitimador del poder que se impone a través de las palabras de la ley y representa, en manos del Estado, el medio más poderoso para el control social; además, contiene una visión de género pre construida.

Uno de los resultados del estudio, dijo, es que las mujeres cuentan con escasos conocimientos de sus derechos.

Noemí Sánchez señaló que recurrir al Derecho para combatir la discriminación de las mujeres, implica un desafío profundo y crítico a las tradiciones jurídicas establecidas. La utilización del Derecho, en este sentido, pone en evidencia la falacia de universalidad y abstracción sobre la que se asientan los modernos sistemas jurídicos y destaca las debilidades en la eficacia del principio jurídico de igualdad ante la ley.

Señaló que el derecho moderno se construyó en un modelo base, un sujeto jurídico que es el hombre y no la mujer, a pesar de que se pudo haber unificado “todo el discurso que está detrás de esta perspectiva que atraviesa al género, es una perspectiva patriarcal, producto de la cultura”, dijo.

Indicó que esto también ha sido un punto de atención para el Derecho, “a tal grado que las Constituciones ya prevén algunas cuestiones importantes de reconocer la igualdad real entre el sujeto y el discurso”, concluyó.