Autor Mayra Inés Araiza Hernández · DEFINICIÓN DE SISTEMA BRAILLE El Braille se define como un sistema de lectoescritura táctil para ciegos, basado en la combinación de seis puntos en relieve, dispuestos en dos columnas verticales y paralelas de tres puntos cada una. · ESTRUCTURA Este signo, formado por los seis puntos, se denomina signo generador o elemento universal del sistema Braille o generador Braille. A partir de estas seis posiciones se pueden realizar 64 combinaciones diferentes. Braille organizó estas combinaciones en series o grupos de 10 caracteres cada uno, siguiendo unas normas muy simples y pensando en las necesidades del alfabeto francés por lo que en español existen algunas particularidades. En Braille no existe signo para el acento ortográfico, así las vocales acentuadas tienen su propia representación. Para representar una letra o un símbolo se emplea un solo cajetín, que es un rectángulo vertical que tiene la posibilidad de albergar los seis puntos. Entre dos palabras se deja siempre un cajetín en blanco. No obstante existen símbolos en Braille sin transcripción alguna, sin representación directa en tinta, como por ejemplo el paréntesis auxiliar en Braille que se usa para evitar equívocos en funciones matemáticas, etc. Aun así existen signos en Braille que no teniendo transcripción en tinta por si mismos, modifican al signo al que preceden. Son los prefijos. Con estos se convierte cualquier letra en mayúscula, minúscula o cursiva. · DIRECCIONALIDAD DE LECTURA Los elementos básicos en el proceso de adquisición de la lectura son los mismos para ciegos y videntes. La lectura mediante el tacto se realiza letra a letra y no a través del reconocimiento de las palabras completas. Por ello se trata de una tarea lenta en un principio, que requiere de una gran concentración difícil de alcanzar a edades tempranas. La velocidad media de lectura de un ciego viene a ser de unas 100 palabras por minuto. En los niños el ciego tarda más en el adiestramiento lector que el vidente. La máxima velocidad lectora de un ciego adulto será generalmente inferior a la mitad que alcanza la media de los universitarios videntes, parece como si existiera un límite absoluto en la velocidad de la lectura táctil. Esto es debido a que el campo perceptivo es muy superior en la lectura visual con respecto a la táctil, donde se fuerza a leer letra a letra imponiéndose así una gran carga a la memoria operativa. Factores que intervienen en el proceso: - El estímulo personal por aprender.
- El apoyo de los demás.
- La edad en que se comience a aprender.
- El grado de desarrollo del tacto.
- La forma en que se lleve a cabo el aprendizaje.
Para leer debemos cuidar la postura, no solamente la del cuerpo, sino también la de las manos. Los brazos deberán colocarse simétricos al papel, las manos deberán estar distendidas y relajadas, tocando los puntos con las yemas de los dedos con suavidad, ya que una presión excesiva sobre los puntos puede borrarlos. Normalmente son los dedos índices los que leen, deslizándose ligeramente de izquierda a derecha. Debe evitarse el movimiento de arriba a abajo o viceversa, o los de rotación en torno a los puntos de una letra. Esta tendencia se manifiesta mucho en los niños pequeños y también en los adultos que han perdido la visión. Se puede hablar de dos fases lectoras: En la primera, los dedos índices deben usarse como lectores, juntos inician la lectura en cada línea. Al llegar al final de la misma se retrocede sobre ella. En este retroceso y llegando a la mitad se desciende a la línea siguiente, terminando de retroceder hasta el principio de esta para comenzar su lectura. Es la lectura unimanual. En una segunda fase, el movimiento de las manos es doble, ya que cada una lee aproximadamente la mitad del renglón. Se comienza a leer la primera línea con los dedos índices de cada mano unidos y, al llegar a la mitad, la mano derecha termina de leer el renglón, mientras que la mano izquierda desciende a la siguiente línea retrocediendo al principio de la misma. Es la lectura bimanual. · DIRECCIONALIDAD DE LA ESCRITURA MANUAL Para escribir a mano se precisa disponer de una pauta o de una regleta, de un punzón y de un papel. Por lo que es preciso tener en cuenta los siguientes principios: -
Para que la lectura de lo escrito a mano pueda realizarse normalmente de izquierda a derecha, es necesario empezar a escribir de derecha a izquierda, invirtiendo la numeración de los puntos del cajetín. De esta manera el rehundido que se hace al escribir quedará como un punto en relieve situado en el lugar correcto cuando se le da la vuelta al papel. -
Antes de empezar conviene adquirir precisión mecánicamente en el punteado por lo que se pueden hacer series de puntos. -
Todos los puntos deben tener un relieve idéntico. Para ello hay que adquirir una gran precisión mecánica. |