*El director del Conservatorio Nacional de México aseguró que la actual administración rectoral y la visión del maestro Anatoly Zatin, han contribuido a la formación de estudiantes que prometen ser grandes músicos. El maestro David Rodríguez de la Peña, director del Conservatorio Nacional de Música de México, pianista y también director de orquesta, dijo que “es innegable que Colima está destacando a nivel nacional en el aspecto musical, y mucho tiene que ver esto con el apoyo que da la Rectoría al Instituto de Bellas Artes y, por otro lado, la visión del maestro Anatoly Zatin, una personalidad de nivel internacional que sabe lo que se está haciendo en todo el mundo, que viaja por todas partes y trae esa experiencias aquí, a su comunidad, y los alumnos lo aprovechan”. En el Concierto de Gala de este sábado 28 de agosto, uno de los eventos con que la Universidad de Colima celebra su 75 aniversario, el maestro Rodríguez de la Peña interpretó, de Manuel M. Ponce, “Balada mexicana”. Sobre la escuela de música del Instituto Universitario de Bellas Artes de la UdeC, añadió que los alumnos “tienen un nivel de piano excepcional y también de chelo, sobresaliente en el ámbito nacional”. Para él, la unión entre los conservatorios de San Petersburgo, Moscú y México, que cumplen 150 años de vida, y la alianza con la Universidad de Colima, “significa reunir las fuerzas académicas y pedagógicas de los mejores músicos del mundo para que los alumnos de ambos países se conozcan y compartan el escenario entre ellos y al lado de sus maestros”. “Esto, además, refleja un efecto de comparación constructiva, de tal forma que nuestros estudiantes mexicanos se dan cuenta del gran potencial que tienen y, por otro lado, nuestros invitados extranjeros reconocen las fortalezas de nuestro país”, agregó. Este trabajo conjunto, añadió, eleva el nivel formativo de los alumnos en poco tiempo, de ahí la importancia que tiene reunirse al menos una vez en una academia internacional como la realizada en días pasados en Tequila, Jalisco, con el patrocinio de la Fundación José Cuervo y la Secretaría de Cultura de ese estado.
Dijo también que el arte en general sensibiliza, pero que el arte de gran calidad sensibiliza mucho más, y que no es necesario saber de música para apreciarla. El arte y su práctica, añadió, desarrollan en los niños y adolescentes una sensibilidad que “en un futuro evita los actos sociales nocivos”. Por último, dijo que la sociedad mexicana todavía no reconoce a la música como una profesión en sí misma: “La ve más como un pasatiempo, pero para los músicos es una profesión. Si los padres comienzan a reconocer que la música es una profesión, llevan a sus hijos a una escuela y deciden ser músicos, tienen que saber que serán muy felices porque las fuentes de trabajo son muy amplias y ningún músico se muere de hambre, sino que realmente tiene sueldos muy decorosos y una vida plena”. |