08 de mayo de 2014 20:42:00 horas
*La investigadora en literatura de la Universidad Autónoma Metropolitana, presentó la conferencia “Las ciudades en la literatura”, en la Facultad de Letras y Comunicación.
“Lejos de ser un simple espacio por el cual la mayoría de la población transita, la calle es un elemento con muchos significados culturales que distingue a cada ciudad y a cada época de manera particular”, señaló la doctora Laura Elisa Varela Cabral, de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien ofreció la charla “Las ciudades en la literatura”, a los alumnos de la licenciatura en Letras Hispanoamericanas en la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima.
“La calle es el lugar para el arte y donde se da el renacimiento cultural de la ciudad, del estado y de la sociedad moderna”, aseguró la especialista, quien posteriormente mencionó que “desde la Grecia Antigua, las calles son un crisol de propuestas sociales”.
Calle y ciudad fueron los primeros escenarios donde el pueblo, como tal, tuvo voz política: “Qué decir del intercambio cultural de diferentes niveles socioeconómicos y etnias, que a la fecha sigue siendo un constante generador de nuevas maneras para ver y entender al mundo. Las ciudades, por ello, forman parte importante del papel protagónico no sólo en la historia o en la sociología, sino también en la literatura. En resumen, la ciudad es el territorio del movimiento y expresión popular”, expuso la conferencista.
Dentro de la literatura, ésta puede jugar papeles múltiples como “ciudad posible”, “ciudad perdida” o “ciudad frontera”, transformándose no nada más en el escenario en donde existe y sucede la acción, sino en un verdadero personaje más que provoca actos y ofrece, incluso, personas.
“Por ejemplo, en el caso de la ciudad frontera, estamos hablando de una región, una ciudad que existe en función de otras y por lo mismo suele ofrecer múltiples opciones al escritor. Una muestra muy clara, es el caso de Tijuana, en donde existe incluso una cultura híbrida entre lo mexicano y lo norteamericano gestando una nueva cultura y un nuevo modo de interpretar la contemporaneidad”, dijo.
Asimismo, la idea de la “ciudad perdida” se ubica como un concepto muy actual desde las perspectivas del urbanismo y la sociología, gracias a su carácter caótico relacionado con la sobrepoblación y el aumento del flujo vial.
“La ciudad y sus calles en el siglo XX padecen la fragmentación, la falta de espíritu. Desarrollan una realidad simbólica para provocar el exilio. El ciudadano de esas grandes urbes vive, de alguna manera, en el exilio”, afirmó.
Por último citó a autores que han logrado un trabajo notable en el escudriñamiento del alma de las ciudades, tales como Guadalupe Nettel, Rafael Pérez Gay, Rosina Conde, Nothom Amelie y Soto Antaki.