Según el contexto social o cultural, las mujeres han actuado como proveedoras en la cobertura de las necesidades familiares, descuidando la parte de satisfacer personalmente al cien por ciento aquellas consideradas como básicas.

Marco Tulio Venegas Trujillo, del Programa Universitario de Liderazgo Humano de la Universidad de Colima, dijo lo anterior y compartió algunas reflexiones sobre las necesidades humanas, en el marco de las actividades que desarrolla el Voluntariado Universitario con las familias de la colonia Mirador de la Cumbre II.

Mediante ejercicios de reflexión invitó a los asistentes a descubrir que en muchas ocasiones se vive de manera desconectada de las necesidades propias, principalmente las amas de casa. Esta situación, dijo, “genera un analfabetismo emocional que impide a la persona realizar una lectura de sus propias necesidades y en consecuencia las de otras personas”.

Siguiendo la escala de las necesidades de Abraham Maslow en su obra: Una teoría sobre la motivación humana, comentó que el autor describe a menudo dichas necesidades como una pirámide que consta de cinco niveles: los cuatro primeros pueden ser agrupados como necesidades de déficit y al nivel superior lo denominó autorrealización, motivación de crecimiento o necesidad de ser. “La diferencia estriba en que mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, la necesidad de ser es una fuerza continua”.

Explicó que la idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan la atención de las personas sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo.

Dijo que la necesidad de estima se refleja en una baja autoestima y en el complejo de inferioridad. “El tener satisfecha esta necesidad apoya el sentido de vida y la valoración como individuo y profesional, que tranquilamente puede escalar y avanzar hacia la necesidad de la autorrealización”.

Para él es importante mantener cubierta la necesidad de autoestima y generar un equilibrio en el ser humano, “dado que ésta se constituye en el pilar fundamental para que el individuo se convierta en el hombre de éxito que siempre ha soñado, o en un hombre abocado hacia el fracaso, el cual no puede lograr nada por sus propios medios”.

A manera de práctica pidió a los casi doscientos asistentes al Centro de Desarrollo Comunitario de la colonia Mirador de la Cumbre II realizar un primer ejercicio procurando buscar las propias necesidades, que van de las básicas a las secundarias, y posteriormente reflexionar en la manera de cubrirlas.

En su intervención, Susana Ortuño de Aguayo, presidenta del Voluntariado comentó que “es necesario saber gestionar las propias necesidades, saber que se puede hacer algo al respecto, procurar acciones para la propia persona y dejar de estar más para las necesidades de los demás, aprender a cubrir las propias necesidades y nutrirse para poder compartir”.