11 de noviembre de 2013 21:10:00 horas

*No sólo es una pérdida para la danza mexicana sino también para el Ballet Folklórico de la U de Colima, pues en su academia se formaron algunos de los maestros que ahora imparten clases en el IUBA: Zamarripa y profesores de danza.

Profesores del área de Danza del Instituto Universitario de Bellas Artes (IUBA) lamentan el fallecimiento de Guillermina Bravo, quien fuera pieza clave para el desarrollo de las técnicas del Ballet Folklórico de la Universidad de Colima.

Tras conocer la noticia de la muerte de la bailarina y coreógrafa de origen veracruzano, Viviana Nava, Alejandro Vera Ávalos, Juan Carlos Gaytán y Rafael Zamarripa dicen haber perdido “a la coreógrafa más importante del país”.

“Una de las cosas más importantes que dejó para la danza es la aplicación de la técnica Graham en el país, con la cual enseñamos a nuestros estudiantes”, dijo Viviana Nava, maestra en tal técnica de danza contemporánea, para quien la maestra Guillermina reunía las características de una gran bailarina: “Ella nos enseñó que no importa la edad que se tenga para ser bailarín, sino la formación de cada uno de nosotros”.

A sus 75 años, Guillermina Bravo participaba en los ensayos de su entonces compañía, el Ballet Nacional de México: “A esa edad se ponía sus mallas y ensayaba con sus bailarines, les decía cómo hacerlo y lo hacía extremadamente bien. Sin duda fue de las maestras que exigían, pero con el ejemplo”, señaló Alejandro Vera Ávalos, profesor de Danza Contemporánea.

La muerte de Guillermina Bravo no sólo es una pérdida para la danza mexicana, sino para el Ballet Folklórico de la Universidad de Colima, pues en su academia de la Danza Mexicana se formaron algunos de los maestros que ahora imparten clase en el IUBA, además de ser una gran crítica del baile universitario.

“Nosotros decimos –mencionó Juan Carlos, subdirector del Ballet– que perdimos a la madre de nuestra formación, pero además a una aliada en nuestro baile”.

Una de las personas que más resintió el fallecimiento de quien asesorara y colaborara en la apertura de la licenciatura en Danza Escénica del Instituto Universitario de Bellas Artes, fue Rafael Zamarripa, con quien la bailarina y coreógrafa tuvo una relación estrecha.

“Saber que ya nos ha dejado es un tsumani de emociones; guardo un recuerdo muy grande de ella, porque era una mujer que a pesar de su época no se dejó y siempre defendió sus ideas, pero también aceptaba sus errores”, dijo el director del ballet universitario.

Guillermina Bravo es considerada un sinónimo de la danza modernista y referente obligatorio de la danza contemporánea. A la Universidad de Colima no sólo le deja un legado en la técnica del baile, sino un ejemplo de perseverancia y exigencia, coincidieron los profesores de danza. Prueba del reconocimiento que se le tiene a Guillermina Bravo, es que uno de los salones del IUBA lleva su nombre.