* Excretas son el desecho más riesgoso para la salud y un manejo inadecuado de su disposición final puede provocar hepatitis, poliomielitis y cisticercosis Las buenas prácticas de higiene personal, familiar y comunitaria reducen el riesgo de padecer infecciones graves en el organismo, particularmente las que tienen que ver con el manejo y disposición final de las excretas. Las excretas humanas y animales vertidas directamente en ríos o arroyos o expuestas al aire libre son más riesgosas para la salud, ya que a través del agua o del aire llevan microbios o parásitos que causan enfermedades diarreicas y otras como hepatitis, poliomielitis y cisticercosis, mismas que se pueden prevenir con higiene personal, familiar y comunitaria. La Secretaría de Salud y Bienestar Social señaló que las excretas que se dejan al aire libre o se vierten en ríos o arroyos causan enfermedades al contaminar el agua y los alimentos. En el caso del agua, la contaminación puede ocurrir desde su fuente de origen, durante el trayecto, donde se almacena o en su manejo en casa; mientras que los alimentos se contaminan al ser regados con aguas negras o al defecar al ras del suelo. En el segundo caso, al secarse las excretas son arrastradas por el viento y puede caer, junto con el polvo, en la comida o los trastes de cocina; también puede ser acarreado por moscas y cucarachas o ser ingerido por animales que después aprovechamos para comer, como el cerdo o los pollos. Así mismo, este desecho puede llegar a la boca a través de las manos propias o de las de quien cocina o sirve los alimentos, toda vez que las manos se ensucian al tocar dinero u otros objetos que circulan entre muchas personas, por lo que alguien pudo contaminarlo o por no lavar perfectamente las manos luego de ir al baño. Para evitar estos problemas de salud son imprescindibles las prácticas de higiene personal, familiar y comunitaria, como lavarse las manos con agua y jabón antes de tocar los alimentos para prepararlos, servirlos o comerlos y después de ir al baño o cambiar el pañal a un niño; tomar agua potable y evitar el consumo de alimentos en sitios de dudosa higiene. Además, no sacar las mascotas a defecar en la vía pública, y en caso de hacerlo, recoger el excremento en bolsas plásticas y depositarlo en la basura y lavarse las manos, así como depositar este desecho en el excusado o letrinas o, al menos, enterrarse o cubrirse con cal. |