*Durante la firma del convenio se presentó el libro “Los jóvenes y el alcohol en México, un problema emergente en las mujeres”, editado por los CIJ, con ilustraciones de José Luis Cuevas. *“Las cifras son alarmantes, pero todos podemos hacer algo para prevenir, detener y disminuir las tasas de alcoholismo prevalecientes en nuestro país”: Hernández Nava. Durante la presentación del libro Los jóvenes y el alcohol en México, un problema emergente en las mujeres, se ratificó el convenio de colaboración entre la Universidad de Colima y los Centros de Integración Juvenil, AC, que tiene como propósito general tomar medidas preventivas ante el aumento del alcoholismo en los jóvenes del estado de Colima, principalmente en la institución educativa. El convenio, firmado por primera vez en 2006 y ratificado el viernes por la noche en la Biblioteca de Ciencias de la U de C, busca “aprovechar la infraestructura, los recursos humanos, conocimiento y experiencia de ambas instituciones para desarrollar actividades de prevención de las adicciones y promoción de la salud mental y física, dirigidas a la población escolar de la Universidad”. El convenio establece además que alumnos de la U de Colima podrán realizar tanto su servicio social como sus prácticas profesionales en estos centros de integración. El rector de la Universidad de Colima, José Eduardo Hernández Nava, el presidente del ayuntamiento capitalino, Federico Rangel Lozano; Marco Vinicio Vázquez, en representación del gobernador del Estado Mario Anguiano Moreno, así como los representantes del Centro de Integración Juvenil (CIJ), José Ángel Prado García y Susana Guadalupe Ortuño de Aguayo, firmaron el convenio que ayudará a planear y fomentar estrategias preventivas, así como el tratamiento de adicciones en los colimenses. Uno de los presentadores, junto con el rector de la U de C, fue Ángel Prado García, director general adjunto de Normatividad en los CIJ, quien comentó las cifras incluidas en el libro y llamó a sumar esfuerzos para reducir el consumo de alcohol en los adolescentes y jóvenes, para evitar con ello muertes por accidentes de auto o la reducción en la expectativa de vida de las nuevas generaciones. El convenio de colaboración es importante porque de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alcoholismo causa 2.5 millones de muertes al año, entre las que se incluidos las de 320 mil jóvenes de entre quince y diecinueve años, por lo que este problema de salud se considera uno de los principales factores de causa de muerte a nivel mundial. En México, las cifras no son tan distintas, pues la reciente Encuesta Nacional de Adicciones informó que aunque la ingesta de alcohol es esporádica, cerca 27 millones de personas de 18 a 29 afirmaron beber más del consumo moderado en un solo día, por lo que se considera que más de cuatro millones de mexicanos depende o abusan de su consumo. Esta misma encuesta señala que aunque el consumo es más frecuente en varones, existe un aumento considerable entre las mujeres, especialmente las adolescentes, quienes están copiando los patrones del consumo de los adultos. En Colima, el abuso en el consumo de alcohol en los jóvenes de nivel secundaria se encuentra por arriba del 10%, lo que se convierte en un foco rojo para la población. Cabe mencionar que el 87 por ciento de las mujeres que ingresa por primera vez al un CIJ ha consumido alguna vez en su vida, contra el 84 por ciento de los hombres. No cabe duda, dijo Hernández Nava en su intervención, que las cifras son alarmantes “y que todos podemos hacer algo para prevenir, detener y disminuir las tasas de alcoholismo prevalecientes en nuestro país”. Por ello, dijo, es necesario tomar acciones que permitan prevenir que más jóvenes caigan en este problema; es decir, “establecer bases y mecanismos operativos que propicien el desarrollo conjuntos de actividades de prevención y tratamiento de adicciones que beneficien no sólo a la comunidad universitaria, sino también a la sociedad”. El libro Los jóvenes y el alcohol en México, editado por los CIJ y con ilustraciones del maestro José Luis Cuevas, expone en once capítulos la dimensión del uso, abuso y dependencia de alcohol, así como sus daños y consecuencias, desde las sanitarias hasta las económicas, centrándose especialmente en las mujeres. Además, revisa los tratamientos exitosos para el abuso y la dependencia del alcohol y propone estrategias preventivas en distintos contextos, como el familiar, escolar, comunitario, laboral y el recreativo. También llama la atención sobre la publicidad de alcohol en el país, cuya estrategia principal es el bombardeo de mensajes dirigidos especialmente al sector juvenil. |