*Feministas colimenses reconocen el trabajo de la ex gobernadora en el ámbito del género y la política.

Griselda Álvarez, “una mujer multifacética, políticamente correcta, valiente y con convicciones”, así la definieron las ponentes de las Jornadas Académicas organizadas por la Facultad de Letras y Comunicación, como parte de la celebración de los cien años del natalicio de la que fuera primera gobernadora colimense y de México.

Sara Lourdes dijo que Griselda Álvarez tuvo que enfrentar varios retos, no sólo como gobernadora, sino también en el seno familiar, ya que “era una mujer muy adelantada para su tiempo; rompía esquemas de lo que debía hacer una mujer, tanto en la política como en la sociedad”.

Su militancia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en donde obtuvo puestos importantes hasta llegar a ser candidata a la gubernatura para el estado de Colima, la hacen ejemplo para las mujeres líderes, añadió.

Siendo gobernadora desarrolló políticas importantes para las mujeres como el Centro de Atención a la Mujer “Griselda Álvarez” (CAM) que ofrece ayuda a las violentadas. Clementina Nava recordó que las mujeres de este colectivo feminista le presentaron el programa, aprobándose por decreto gubernamental: “Griselda, con su sensibilidad y su conciencia de género, fue sustancial para la creación del CAM; con generosidad y seguridad reconoció siempre el trabajo de las feministas”.

La primera gobernadora colimense no sólo apoyó a la creación de un centro de estas características, sino que formuló propuestas de ley que fueron llevadas y aprobadas por el Congreso del Estado, como la sanción al delito por violación, ya que siempre mostraba “su gesto de autoridad, voluntad política y atención a las problemáticas que se le presentaban”, comentó María Fajardo.

Además de ser exitosa en la política, Álvarez Ponce de León también se desarrolló como educadora, ya que consideraba que la educación también era parte fundamental de hacer política.

Mirtea Acuña Cepeda dijo que, como educadora, Griselda Álvarez manifestó a la oposición que podía hacer toda la lucha partidista que quisiera, “pero por favor con buena ortografía, no vaya a ser que la Real Academia nos demande”, citó Acuña Cepeda.

Finalmente, el trabajo de la maestra Griselda, comentó Vianey Amezcua, se define como políticamente correcto y ejemplo de resistencia; “fue una dama de convicciones y encarnó otras formas de vivirse como mujer; dejó infraestructura, educación y economía, mostrando que el sexismo no existe cuando hay respeto democrático”.