Durante más de una década, Onésimo Rivera ha dado forma a cientos de imágenes religiosas en templos de Colima y Jalisco, labor reconocida por la Universidad de Colima y el Ayuntamiento de Villa de Álvarez en la exposición-homenaje que le organizaron en el Museo Universitario de Artes Populares, “Ma. Teresa Pomar”.

El oficio de santero no es fácil; sin embargo, para el homenajeado se trata, sin duda, del mejor trabajo, porque mediante las imágenes puede expresar sus emociones. “Cada que hago una imagen de alguien trato de conocer su vida, los rasgos de su cara, manos, pies y obra santa, para plasmar todas esas características”.

Onésimo Rivera fue aprendiz de Francisco Muñoz, a quien le agradece todas las técnicas que le enseñó, aunque deja claro que después de treinta de años de ejercer este oficio, no logra aún igualar las esculturas de su maestro.

“Ya tengo muchos años haciendo esto y cuando veo las imágenes me doy cuenta que me hace falta mejorar”, reconoce.

Onésimo contó que en dos ocasiones intentó hacer la imagen de la Virgen María (cuando era niña) que se encuentra en la capilla de la Candelaria en Tecomán, pero por más que trató de copiarla, había algo que no le gustaba.

“Me gusta ser meticuloso… si tienen arrugas o se les ven las venas, las hago… pero en esa ocasión la imagen se parecía a simple vista, pero había algo que no me gustaba y tampoco a la persona que me la mandó hacer, así que decidí no terminarla”, reseñó.

Paciencia, imaginación, voluntad y herramientas físicas es lo que se necesita para trabajar en este oficio, quizá por eso, dijo el santero, no hay gente que se interese en seguir con la tradición; “muchas veces se me arriman jóvenes para pedirme que les enseñe, piensan que sólo se trata de dibujar; pero no, hay que trabajar con la madera”, comentó.

Para inaugurar la exposición estuvieron presentes la directora de Arte y Cultura, Gilda Glenda Callejas, en representación del rector de la Universidad de Colima, Eduardo Hernández Nava; Miguel Lleneras, director de Cultura y Fomento Educativo de Villa de Álvarez y el cronista de tal municipio, César Guerrero.

Finalmente, las autoridades reconocieron que la labor de Onésimo Rivera es una fuente de identidad popular. Ellos y el artista homenajeado esperan que más personas se sumen a esta labor, que no es fácil pero sí enriquecedora.

Puede visitar la exposición de martes a sábado, de diez de la mañana a dos de la tarde y de cinco de la tarde a ocho de la noche, y los domingos de diez de la mañana a la una de la tarde. El museo está ubicado en la esquina de las calles Gabino Barreda y Manuel Gallardo, en las instalaciones del IUBA.