Cristina Chardón, investigadora de la Universidad de Argentina, impartió la conferencia “Diálogos entre representaciones sociales e historia” a los estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Colima, en el marco del 33 aniversario de este plantel.

Dijo que las representaciones sociales son formas de conocimiento de sentido común, “cómo la gente aprende las situaciones de la vida cotidiana”. Mientras que en el marco teórico las representaciones sociales son cognitivas, afectivos, valorables y prácticas que se construyen en la comunicación de la vida cotidiana.

Manifestó que las representaciones tienen que ver con el pasado y con el presente, en el sentido de plantear de qué manera sirven para conducirse por la vida, “pues son herramientas que me permiten interpretar la realidad y pensar el futuro”.

Comentó que, en este sentido, desde hace diez años trabajan en una investigación llamada “Instituciones y sujetos de cuidado, transformaciones actuales en el ámbito de la salud, la educación y la familia”.

En el marco teórico de tal investigación, señaló que se plantea varias líneas de temporalidad, “una línea tiene que ver con temas que aparecen una y otra vez en la historia de pensamiento científico y que da origen a diferentes conceptos y teorías”.

La primera causa de muerte en Argentina, por ejemplo, son los accidentes en la infancia después del primer año de vida, “es un problema muy serio desde el punto de vista de salud pública que se ha atendido”.

Cristina Chardón encontró en los datos empíricos que la gran mayoría de las personas pensaban que el accidente tenía que ver con designios de Dios, que estaba marcado por el destino, que no tenían más remedio que aceptarlo y resignarse, expuso.

Lo que esto implica en términos de políticas públicas, es que el sujeto no se siente habilitado para ser alguien activo que pueda prever que no existan accidentes en la infancia, “entonces empezamos a pensar en concesiones más amplias y a trabajar sobre el tema del cuidado”.

Dijo que, a mediados del siglo pasado, empezaron distintas disciplinas como la sociología, la antropología y la psicología social, a disputarle a la medicina ese monopolio que tiene sobre el tema del cuerpo y de las enfermedades.

Las representaciones sociales de los años 60, evidenciaron que las enfermedades no eran comunes a todos los grupos sociales, pues los pobres padecían algunas que los ricos no. Entonces se relacionó que, aparte de lo biológico, hay cuestiones en la construcción social y en la vida cotidiana que tienen que ver con la producción y el sostenimiento en la aparición de determinadas enfermedades.

“El concepto que aparece de representaciones sociales, permite articular no solamente los conocimientos sino también las prácticas, por ejemplo, es interesante notar que, cuando aparecen enfermedades nuevas, se vuelve necesario cambiar ciertas prácticas”, dijo.

Indicó que las representaciones sociales tienen que ver con los conocimientos y con las creencias, pero también con los valores y con las prácticas, los cuales se construyen en la vida cotidiana y en sus diálogos.