Los gases de efecto invernadero generados por hidrocarburos para la producción de energía eléctrica y transporte, estimulan a que los rayos del sol que entran a la Tierra no salgan, provocando el calentamiento del océano y modificando la densidad del agua.

En este sentido, se creía que México emitía pequeñas cantidades de estos gases. Sin embargo, investigaciones recientes lo ubican como el segundo emisor de gas en América Latina y “con el parque vehicular más grande de todo el país. Es decir, que de cada 2.3 habitantes de Colima existe un auto, sin considerar los no registrados y los autos ‘chocolate’”, dijo Ana Luz Quintanilla, ponente del ciclo de conferencias Fuentes de Energía. ¿Es posible energía sostenible para todos en Colima?.

Además, “en el país tenemos principalmente termoeléctricas, energías duales y energía geotérmica para la producción de energía. El panorama en Colima no es distinto, pues tiene dos plantas termoeléctricas que abastecen al estado en general. Pero de esa cantidad que se genera solamente el cinco por ciento se queda y el resto se va a los cinco estados vecinos”.

Lo que indica la dependencia de las personas hacia la energía eléctrica, ya que actualmente la mayoría de los aparatos utilizan electricidad, pero no se les da el uso adecuado. Esto se debe, dijo la conferencista, al consumo desmedido de las personas: “Queremos tener el último celular que salió; si alguien tiene carro, yo también lo quiero. Debemos cambiar esa mentalidad”, alertó.

Los gobiernos se preocupan por invertir en carreteras así como en grandes construcciones, y no en conservar las áreas verdes. Un árbol de 60 u 80 años que se derriba no puede sustituirse por 10 eucaliptos o nin. Y si a lo anterior le agregamos el crecimiento exponencial de la población, indica que “que llegará un momento en que los recursos se terminarán. Por lo que debemos conservar y preservar los que tenemos; de lo contrario, las generaciones futuras no podrán gozar de ellos”, dijo Ana Luz Quintanilla.

Quintanilla agregó que se debería seguir el ejemplo de otros países, por ejemplo en Curitiba, Brasil, donde no había zonas verdes pero respetaron su hidrografía para la creación de áreas naturales, “en este momento tiene 50 metros cuadrados de áreas verdes por habitante; en cambio Colima, lugar que la naturaleza provee de mucha vegetación, sólo tiene cinco metros de estas áreas por persona”, argumentó.

Por ello invitó a los asistentes de la conferencia a cuidar la reforestación y evitar la deforestación para que exista mayor producción de oxígeno.

También dijo que es necesario exigir un transporte eficiente y sustentable. “Somos un estado donde tenemos menos de un millón de habitantes y este sistema sería algo fantástico. En países de primer mundo, la mayoría de su gente no tiene auto y utilizan la energía que se desprende del sol, al que definimos como fuente de energía inagotable”, dijo.

De lo contrario, “tendríamos que utilizar la energía nuclear, como decía James Lovelock en su libro ‘La venganza de la Tierra’, donde lo secundario es saber qué hacer con los desechos nucleares, porque lo importante ya es quitar todos los efectos de los gases de efecto invernadero”, finalizó.