* Genera amables comentarios cercanía del mandatario con la población armeritense

* Visitó el municipio para entregar obras de reconstrucción, del programa "Cumplimos con Obras"

Durante la gira de trabajo por el municipio de Armería en la cual el gobernador Mario Anguiano Moreno entregó varias obras por motivo de la reconstrucción de los daños que dejó a su paso el huracán Jova, que forman parte del programa “Cumplimos con obras”, habitantes de las distintas comunidades mostraron cercanía y una empatía muy particular con el Ejecutivo del estado.

A muy temprana hora arribó el mandatario estatal al municipio acompañado de su equipo de trabajo, así como secretarios de estado y funcionarios estatales.

Después de estar por alrededor de una hora en la cabecera municipal y antes de partir a la comunidad de Los Reyes donde entregaría más obras, Anguiano Moreno atendió a un nutrido grupo de pequeñines quienes acudían a un curso de verano en las instalaciones del jardín de niños “José Levy R.”, que se ubica muy cerca de donde tuvo lugar la primera inauguración de obra, de cinco más que entregaría en este municipio.

En medio de porras y muestras de alegría, Mario Anguiano estuvo al tanto y dio soluciones a las peticiones de maestras y niños ahí reunidos. Una temperatura que amenazaba con aumentar en el transcurso del día, fue el preámbulo de un clima que se presentaría abrumador durante la larga gira en Armería.

Fue en la comunidad de Los Reyes, cuando el Ejecutivo del estado al estar pronunciando su discurso fue interrumpido por vecinas del lugar, una le solicitó traer a la comunidad el servicio de telefonía celular, mientras que la segunda le comentó que nunca ningún gobernador había visitado esa comunidad, incluso dijo una vecina, ¡Ni cuando estaban en campaña!.

Ante estos sorpresivos señalamientos, el gobernador tomó una actitud relajada y con una sonrisa exclamó: “pues eso ya se acabó porque para eso estoy aquí, para apoyarlos, lo que generó aplausos y comentarios positivos en los asistentes”.

De pronto se rompió el protocolo y comenzó una comunicación directa y sin formalismos entre el gobernador y varios de los asistentes, sin perder el buen humor.

Más tarde en el poblado de Cofradía de Juárez, en el Centro de Salud, el gobernador anunció la creación de dos plazas para médicos con los que se cubriría el turno de la noche y el fin de semana, cuando una señora que se encontraba frente al presídium, dudo por un momento que se llevara a cabo, a lo que el gobernador le dijo de manera divertida: ¡Te lo digo yo que soy el gobernador!, lo que ocasionó que la gente cambiara su actitud y pronto se sintió un clima más relajado.

De pronto una señora quería pruebas de la palabra del gobernador, a lo que él le dijo que para que no dudara de la veracidad de sus afirmaciones, él mismo regresaría al Centro de Salud para demostrarle que efectivamente ya estarían dos médicos más atendiendo a la gente de la comunidad. Fue entonces que en medio de la divertida discusión el mandatario le prometió que además de volver, también invitaría una cena a las personas presentes, a lo que propuso pozole o tacos, pero la señora le pidió fuera birria.

Entre los presentes se encontraba un señor de alrededor de 60 años de edad, que se acercó a los miembros de presídium y les comentó que el gobernador del estado por su forma de ser y su forma de vestir tan sencilla no parecía un político como todos, le costaba trabajo ver a un gobernador tan sencillo, de origen humilde y cercano a la gente.

Finalmente, en el poblado de Rincón de López, Anguiano Moreno fue recibido con una banda musical, lo que generó un ambiente de fiesta y alegría entre los presentes, para entonces ya eran casi las dos de la tarde y el calor ya rayaba los 35 grados a la sombra.