26 de junio de 2014 19:24:00 horas

*“En lo familiar, quiero dar un ejemplo a mis hijos y en lo laboral, para que mis compañeros y todos sepan que no es tarde para estudiar, tengo 40 años y no me siento viejo, aún se puede”, agregó Gilberto Rueda González, trabajador de Servicios Generales.

La Universidad de Colima, a través de la Dirección General de Educación Media Superior (DGEMS), brinda a la comunidad de Tecomán y Manzanillo una alternativa para aquellas personas que por distintas circunstancias no cursaron su preparatoria dentro del sistema escolarizado tradicional.

Respecto a la próxima apertura de la modalidad semiescolarizada en el Bachillerato Técnico No. 10 de la Universidad de Colima, en Manzanillo, el trabajador universitario Gilberto Rueda González comentó en entrevista su expectativa acerca de esta posibilidad y los beneficios que para él representaría.

Gilberto Rueda González es trabajador de la UdeC desde hace nueve años en el área de Servicios Generales en el Campus El Naranjo, Manzanillo, y desde hace más de 20 años no ha retomado sus estudios, por lo que considera una buena oportunidad esta modalidad educativa.

Dijo que se enteró del semiescolarizado por unos compañeros que le contagiaron el entusiasmo de seguirse preparando. Asimismo, comentó que otros de sus colegas han continuado sus estudios en otras instituciones, “lo que me ha motivado a mí también para superarme”.

Rueda González agradeció a toda la universidad, al maestro Pedro Gómez, supervisor escolar y principalmente al rector, José Eduardo Hernández Nava, “ya que es una oportunidad para el público en general”.

De igual manera, reconoció que esta modalidad de bachillerato, parte del plan institucional de calidad de vida, representa un beneficio general y considera que las puertas están abiertas para todos aquellos que tengan deseos de superación.

Entre los beneficios de ingresar a este bachillerato semiescolarizado, consideró, a nivel personal, la satisfacción de retornar sus estudios: “En lo familiar, quiero dar un ejemplo a mis hijos y en lo laboral, para que mis compañeros y todos sepan que no es tarde para estudiar, tengo 40 años y no me siento viejo, aún se puede”.

Para finalizar, Gilberto agradeció nuevamente la oportunidad que considera “una punta de lanza” y mencionó que tiene muchas ganas de estudiar, “sobre todo para ser un ejemplo para mi familia”.