12 de noviembre de 2013 19:49:00 horas
*El investigador de la U de Colima, Alfredo Aranda, impartió la conferencia inaugural “De qué estamos hechos”, en el marco de la I Semana de Física y Matemáticas, con el objetivo de divulgar la ciencia y acercar al público en general a las últimas incursiones de la Física contemporánea.
**En su exposición, detalló que más pequeño que el átomo son los electrones, protones y neutrones, a su vez compuestos por quarks y leptones, unidos por una partícula aún menor, la de Dios, denominada de tal manera por cuestiones de mercadotecnia editorial.
“No sólo estamos hechos de células”, dijo Alfredo Aranda en su conferencia “¿De qué estamos hechos?”, dentro las denominadas Charlas de Divulgación de la Ciencia, en el marco de la I Semana de Física y Matemáticas organizada por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima.
De acuerdo con Alfredo Aranda, quien se desempeña como coordinador general de Investigación de la UdeC, “los seres humanos somos extremadamente egoístas porque siempre pensamos en nosotros y no de qué está hecho nuestro entorno”.
Esta idea sirvió como punto de partida para que el investigador explicara al público, en su mayoría conformado por estudiantes universitarios, que también el ser humano está hecho de energía, partículas, átomos y otros elementos. Además, dio a conocer las teorías en las que trabajan los físicos para entender el origen del universo.
De acuerdo con su línea de investigación, Física de partículas, explicó a los asistentes que los investigadores, “al buscar de qué estamos hechos, encontraron que tenemos los mismos constituyentes, es decir, átomos, entonces pensaron que habían encontrado las bases mediante las cuales todo está construido y no tiene estructura interna; pero no fue así, resulta que se equivocaron”, afirmó.
Tras varios experimentos encontraron que el átomo está compuesto por un núcleo rodeado de electrones, y a su vez el núcleo se integra de protones y neutrones también, hechos de partículas más pequeñas llamadas quarks. “Es decir, todo lo que hemos visto y tocado, está hecho de quarks y leptones”, dijo el investigador.
Sin embargo, en esa tarea de investigar cómo estos componentes llegaron a tener masa, en 1964 Peter Higgs y François Englert propusieron, de forma separada, que habría otra partícula, “en efecto aún más pequeña que las anteriores, que podría crear su unión”, explicó el científico universitario.
Así llegamos al Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), gracias al cual, en 2012, por fin se encontró la partícula “Bosón de Higgs”, mejor conocida como “Partícula de Dios”, que en este año le mereció el premio Nobel de Física a su descubridor, pues el LHC hace que las partículas choquen a grandes velocidades y gracias a eso es posible detectar la presencia de dicha partícula.
“Quiero contarles que esta partícula recibe ese nombre no por religión sino por mercadotecnia, ya que uno de los físicos decidió publicar un libro que hablara de la partícula, pero como no podían encontrarla, propuso que el libro se llamara ‘la maldita partícula’; sin embargo, al editor no le pareció y llamo al libro ‘la partícula de Dios’; éxito rotundo”, explicó.
Ahora sabemos que esta partícula existe, mencionó el ponente, “y esto nos lleva a explorar el Big Bang. Muchos piensan que estas investigaciones no sirven para nada, que hay hambre en el mundo, enfermedades, y nosotros preocupados por las partículas; sin embargo, es necesario decir que gracias a estos experimentos se han desarrollado grandes tecnologías como el internet y aparatos que se utilizan en los hospitales, entre otras cosas”, señaló Alfredo Aranda.
Finalmente, dijo a los presentes que en Colima también se hace investigación de este tipo, “sólo que nosotros desarrollamos ideas para estos problemas, con formulaciones matemáticas y tenemos que resolver esas teorías usando diversas técnicas”.
