Víctor Gil Castañeda, catedrático de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima (FALCOM), participará con una semblanza sobre el barrio manzanillense conocido como el “sector cuatro”, en el libro Recuerdos de mi barrio, que actualmente está en proceso de edición, y en el que participan escritores colimenses como Cuquita de Anda, Manuel Godina Velasco, Crispín Calvario y Francisco Vázquez, todos miembros de la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores. El libro está compuesto por relatos y crónicas de eventos memorables ocurridos en al menos cuatro barrios distintos de Colima, Villa de Álvarez y Manzanillo. “He disfrutado mucho este trabajo al referir tantas cosas que se han agolpado en mi memoria desde hace muchos años. Seguramente también ha sido igual de agradable para los otros escritores. El objetivo de Recuerdos de mi barrio ha sido no precisamente un trabajo académico, sino algo con color, de memorias y nostalgias. Ahí relatamos y describimos sucesos, encuentros, y personajes que vivieron hace muchos años en estos lugares”, explicó. En la participación de Gil Castañeda se hace un breve repaso por la vida cotidiana de la década de los sesenta y setenta del siglo pasado en el nostálgico puerto. Aparecen el contacto con el mar, los juegos de futbol y los amores de secundaria como la línea de recuerdos del catedrático. “Otros, como el escritor Francisco Vázquez, hacen un repaso generoso sobre el barrio de San José, tan emblemático para el centro de Colima. Un lugar con muchas historias, lleno de personajes inolvidables y con fiestas religiosas de mucha asistencia”, dijo Gil Castañeda. Por su parte, Cuquita de Anda, maestra de teatro y poeta, enfoca su narración en el barrio de “La Magisterial”, haciendo notar a los personajes ilustres que han vivido en ese lugar. También aparece el barrio de “la Sierra Mojada”, descrito por Manuel Godina Velasco y el barrio de “La Frontera”, de Crispín Calvario Zamora. Lo importante de este trabajo, añadió Víctor Gil, “es la unión colectiva de esfuerzos para lograr un producto único, con personalidad, que sirva como un documento para la posteridad. En cada una de las participaciones hay datos, nombres, fechas y eventos importantes para la memoria de un pueblo, lo cual es algo que debe permanecer y no perderse entre los recuerdos, puesto que cuando no hay una documentación precisa de los hechos del pasado, la tendencia es el olvido”. Así, Recuerdos de mi barrio “es un libro con muchas caras, puesto que cada uno de sus capítulos está pintado de diferente manera, con estilos diferente, pero siempre buscando resguardar el pasado a través de una narrativa ligera, que pueda gustar a cualquier persona y no sólo a lectores especializados”, concluyó el maestro Víctor Gil. Actualmente está en proceso de edición y pronto entrará a proceso de impresión, para posteriormente ser presentado de modo oficial. |